COMENTARIO LITERARIO
GÉNERO LÍRICO
PLANTILLA PARA EL COMENTARIO LITERARIO
1. LOCALIZACIÓN DEL TEXTO LITERARIO
(trama en el caso de que el texto sea narrativo)
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LA POESÍA ROMÁNTICA
INNOVACIONES FORMALES DE LA POESÍA ROMÁNTICA
- Desprecio por las estrofas y metros clásicos. El poeta es libre para decidir qué combinación estrófica utiliza, incluso para "inventar" la estrofa que mejor se ajuste a lo que quiere expresar. Por esta razón, se utiliza un enorme caudal de combinaciones métricas diferentes: la polimetría.
- El ritmo, conseguido mediante la rima y la medida, es uno de los elementos esenciales del poema. Para intensificar el ritmo, los poetas románticos recurren también a la utilización de todo tipo de repeticiones (fónicas, semánticas, morfosintácticas).
- El lenguaje resulta muy expresivo, con abundancia de apóstrofes, vocativos, exclamaciones, interrogaciones..., pues así se consigue presentar los temas de forma muy personal, marcando la individualidad del poeta.
- Por otro lado, el mundo romántico, plagado de sensaciones que se perciben por medio de los sentidos, se expresará mediante un lenguaje abundante en adjetivos, frecuentemente epítetos, que contribuyen a añadir matices personales y subjetivos al texto.
- Los poetas románticos cifran su labor en la expresión de lo íntimo y personal, pero no pretenden hacerlo de forma oscura, por lo que hacen un uso moderado de imágenes (metáforas, comparaciones, paralelismos...) y utilizan figuras como el encabalgamiento, hipérbaton, que aunque rompen las normas de la sintaxis, no dificultan la comprensión de los textos.
INNOVACIONES TEMÁTICAS DE LA POESÍA ROMÁNTICA
El individualismo y el ansia de libertad dirigen la producción poética del Romanticismo y originan innovaciones formales al mismo tiempo que tiñen de subjetivismo sus temas predilectos.
Entre estos últimos destacan:
Entre estos últimos destacan:
- Ansia de libertad, que afecta tanto a la libertad personal como a la libertad artística y a la libertad política. Una manifestación de este tema es el canto a personajes marginales que, llevando a los máximos su libertad, rechazan todas las normas sociales (piratas, bandoleros, mendigos...).
- Expresión de sentimientos íntimos. El poeta romántico expresa sin temor sus sentimientos más íntimos y los vive con intensidad y apasionamiento, tanto en los momentos de gozo como en los de pesar, que son los que más abundan. Predominan los sentimientos que expresan frustración, melancolía, angustia, soledad, amor imposible...
- Ansia de evasión. A los románticos, ávidos de nuevas sensaciones, apasionados, sensibles y descontentos, la vida cotidiana les produce una continua insatisfacción, por lo que huyen de ella evadiéndose mediante sus obras en el espacio y en el tiempo, o dirigiendo su pensamiento hacia el mundo de los sueños, la fantasía.
- La naturaleza. Es un marco que refleja los sentimientos del poeta, dado que en su mayoría estos sentimientos son tristes, la naturaleza se presenta sombría, triste, melancólica, y a menudo, trágica. Son frecuentes en los poemas románticos los paisajes desoladores, los cementerios, la noches tenuemente iluminadas por la luna envuelta en niebla o por los relámpagos de la tormenta.
Caminante sobre el mar de nubes, de C.D. Friedich, hacia 1825
El hombre romántico afirma constantemente su yo frente a lo que le rodea,
sea la sociedad o la naturaleza.
sea la sociedad o la naturaleza.
la canción del pirata
JOSÉ DE ESPRONCEDA
Canción del pirata
Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar, sino vuela un velero bergantín; bajel pirata que llaman, por su bravura, el Temido, en todo mar conocido del uno al otro confín. La luna en el mar riela, en la lona gime el viento y alza en blando movimiento olas de plata y azul; y va el capitán pirata, cantando alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Estambul; —«Navega velero mío, sin temor, que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza, tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor. Veinte presas hemos hecho a despecho, del inglés, y han rendido sus pendones cien naciones a mis pies. Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. |
Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes por un palmo más de tierra, que yo tengo aquí por mío cuanto abarca el mar bravío, a quien nadie impuso leyes. Y no hay playa sea cualquiera, ni bandera de esplendor, que no sienta mi derecho y dé pecho a mi valor. Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. A la voz de ¡barco viene! es de ver cómo vira y se previene a todo trapo a escapar: que yo soy el rey del mar, y mi furia es de temer. En las presas yo divido lo cogido por igual: sólo quiero por riqueza la belleza sin rival. Que es mi barco mi tesoro, (...) que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. |
¡Sentenciado estoy a muerte!;
yo me río; no me abandone la suerte, y al mismo que me condena, colgaré de alguna antena quizá en su propio navío. Y si caigo ¿qué es la vida? Por perdida ya la di, cuando el yugo de un esclavo como un bravo sacudí. »Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. Son mi música mejor aquilones el estrépito y temblor de los cables sacudidos, del negro mar los bramidos y el rugir de mis cañones. Y del trueno al son violento, y del viento al rebramar, yo me duermo sosegado arrullado por el mar. Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar». |
vocabulario
- Bergantín. (Del fr. brigantin o del cat. bergantí, y estos del it. brigantino). Buque de dos palos y vela cuadra o redonda. Goleta.
- Bajel. (Del cat. vaixell). buque (‖ barco).
- Rielar. (Del lat. *refilāre, de fīlum). Intr. Poét. Brillar con luz trémula.
- Pendón1. (Del fr. ant. o prov. penon).Insignia militar que consistía en una bandera más larga que ancha y que se usaba para distinguir los regimientos, batallones, etc.
- Aquilón. (Del lat. aquĭlo, -ōnis). Viento procedente del norte.
LOCALIZACIÓN
Este célebre poema pertenece al escritor José de Espronceda (1808-1842), uno de los máximos representantes de la poesía española del Romanticismo (primera mitad del siglo XIX). Se trata de un texto perteneciente al género lírico, pues está escrito en verso y se manifiestan en él los sentimientos del autor. En concreto, se englobaría dentro de sus poemas líricos, Canciones, dedicados a la defensa de los marginados por la sociedad (“El mendigo”, “El reo de muerte”, “El verdugo”, etc.).
TEMA Y RESUMEN
Tema.
Canto a la libertad con la que vive un pirata / Soliloquio del pirata en el que se exalta la libertad
Resumen.
Un barco llamado El Temido navega velozmente por la noche. Su capitán alegre se dirige a Estambul y se siente tranquilo porque no ve barco enemigo y el tiempo es de bonanza. Va contento porque lleva buen botín. Se siente orgulloso de su libertad y de no tener más patria que el mar. Asimismo se considera justo porque reparte por igual las capturas. Por último, en su discurso, confiesa que no está preocupado porque se le persiga y esté condenado a muerte, ya que su vida la dio por perdida cuando logró escapar de la esclavitud. La mejor manera de demostrar su serenidad es que se duerme tranquilo arrullado por el mar.
ESTRUCTURA
Estructura externa
El poema está compuesto por ciento cinco versos que se distribuyen en 17 estrofas de arte menor de distinta extensión: las de seis versos son sextillas; las de ocho, octavillas (es una estrofa de ocho versos de arte menor formada por dos redondillas y en la que una de las rimas se repite en la segunda de ellas); y las de cuatro, que constituyen el estribillo, son cuartetas asonantadas o coplas.
Este célebre poema pertenece al escritor José de Espronceda (1808-1842), uno de los máximos representantes de la poesía española del Romanticismo (primera mitad del siglo XIX). Se trata de un texto perteneciente al género lírico, pues está escrito en verso y se manifiestan en él los sentimientos del autor. En concreto, se englobaría dentro de sus poemas líricos, Canciones, dedicados a la defensa de los marginados por la sociedad (“El mendigo”, “El reo de muerte”, “El verdugo”, etc.).
TEMA Y RESUMEN
Tema.
Canto a la libertad con la que vive un pirata / Soliloquio del pirata en el que se exalta la libertad
Resumen.
Un barco llamado El Temido navega velozmente por la noche. Su capitán alegre se dirige a Estambul y se siente tranquilo porque no ve barco enemigo y el tiempo es de bonanza. Va contento porque lleva buen botín. Se siente orgulloso de su libertad y de no tener más patria que el mar. Asimismo se considera justo porque reparte por igual las capturas. Por último, en su discurso, confiesa que no está preocupado porque se le persiga y esté condenado a muerte, ya que su vida la dio por perdida cuando logró escapar de la esclavitud. La mejor manera de demostrar su serenidad es que se duerme tranquilo arrullado por el mar.
ESTRUCTURA
Estructura externa
El poema está compuesto por ciento cinco versos que se distribuyen en 17 estrofas de arte menor de distinta extensión: las de seis versos son sextillas; las de ocho, octavillas (es una estrofa de ocho versos de arte menor formada por dos redondillas y en la que una de las rimas se repite en la segunda de ellas); y las de cuatro, que constituyen el estribillo, son cuartetas asonantadas o coplas.
OCTAVILLAS agudas
estrofa de ocho versos de arte menor formada por dos redondillas y en la que una de las rimas se repite en la segunda de ellas. Con diez cañones por banda, 8- viento en popa a toda vela, 8a no corta el mar, sino vuela, 8a un velero bergantín 8b bajel pirata que llaman 8- por su bravura el Temido 8c en todo el mar conocido 8c del uno al otro confín. 8b La luna en el mar riela, 8- en la lona gime el viento 8d y alza en blando movimiento 8d olas de plata y azul; 8e y ve el capitán pirata, 8- cantando alegre en la popa, 8f Asia a un lado, al otro Europa, 8f Y allá a su frente Estambul: 8e |
SEXTILLAS de pie quebrado
Navega, velero mío, 8a sin temor 4b que ni enemigo navío, 8a ni tormenta, ni bonanza 8c tu rumbo a torcer alcanza, 8c ni a sujetar tu valor. 8b COPLA que funciona como estribillo; es decir, cuatro versos octosílabos que riman en asonancia los pares. Que es mi barco mi tesoro, 8- que es mi Dios la libertad; 8a mi ley, la fuerza y el viento; 8- mi única patria, la mar. 8a OCTAVILLA de versos tetrasílabos Veinte presas 4- hemos hecho 4a a despecho 4a del inglés 4b y han rendido 4- sus pendones 4c cien naciones 4c a mis pies. 4b |
En cuanto a la medida de los versos, se combinan los octosílabos con los tetrasílabos y riman generalmente en consonante, aunque a veces también lo hacen en asonante (en el estribillo, por ejemplo) y en otras ocasiones quedan sueltos.
Este esquema métrico es una muestra de LA LIBERTAD CREATIVA QUE caracteriza al Romanticismo, que defiende la libertad también en los aspectos formales de sus obras (polimetría), la combinación de estrofas en el mismo poema.
Estructura interna
Desde el punto de vista interno, podríamos dividir el poema en dos partes:
Este esquema métrico es una muestra de LA LIBERTAD CREATIVA QUE caracteriza al Romanticismo, que defiende la libertad también en los aspectos formales de sus obras (polimetría), la combinación de estrofas en el mismo poema.
Estructura interna
Desde el punto de vista interno, podríamos dividir el poema en dos partes:
- En la primera (v. 1-16) se nos presenta y sitúa al personaje en su barco. Esta parte es descriptiva.
- En la segunda (v. 17-105) es el propio pirata quien toma la palabra, y en un exaltado monólogo, describe su vida y su carácter (es orgulloso, temerario, valiente, temido…) y expone sus ideales y principios (resumidos en el estribillo).
ESTILO
recursos retóricos
Interrogaciones retóricas v.71 “Y si caigo ¿qué es la vida?", exclamaciones retóricas v.49 ¡barco viene!
Aliteración producida por el sonido “R” en los vv. 55-56 para conseguir el efecto del crujir del barco maniobrando para huir de ser perseguido:
A la voz de ¡barco viene!,
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar:
que yo soy el rey del mar
y mi furia es de temer.
Paralelismos sintácticos en los vv.32/35:
“Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Además, en los últimos versos hay elipsis del verbo “es”.
Apóstrofe: v.17 “navega velero mío”.
Paranomasia y personificación en los vv.9 y 10:
“La luna en el mar riela,
En la lona gime el viento”.
La personificación recorre toda la Canción.
Polisíndeton en los vv.
“Que ni enemigo navío,
Ni tormenta, ni bonanza
Tu rumbo a torcer alcanza”.
Epíteto en el v.35: “feroz guerra”.
Enumeraciones en los vv.79/84
“son mi música mejor aquilones
El estrépito y temblor
De los cables sacudidos
Del negro mar los bramidos
Y el rugir de mis cañones”.
Sinestesia vv.11,12:
“y alza en blando movimiento”
“olas de plata y azul”
Hipérboles v.3: “El barco vuela”.
vv.29/30: “cien naciones a mis pies”.
Sinécdoque v.5:
“bajel pirata", se utiliza el barco en lugar de su tripulación (a los que temen es a su tripulación).
Antítesis v.20:
“ni tormenta ni bonanza”.
Metáforas vv. 82/83:
“cuando el yugo del esclavo sacudí”.
Término real: cuando conseguí la libertad.
Término metafórico: el yugo.
Término real: lo más preciado, querido, lo único que tiene el pirata.
Término metafórico: que es mi barco mi tesoro.
Aliteración producida por el sonido “R” en los vv. 55-56 para conseguir el efecto del crujir del barco maniobrando para huir de ser perseguido:
A la voz de ¡barco viene!,
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar:
que yo soy el rey del mar
y mi furia es de temer.
Paralelismos sintácticos en los vv.32/35:
“Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Además, en los últimos versos hay elipsis del verbo “es”.
Apóstrofe: v.17 “navega velero mío”.
Paranomasia y personificación en los vv.9 y 10:
“La luna en el mar riela,
En la lona gime el viento”.
La personificación recorre toda la Canción.
Polisíndeton en los vv.
“Que ni enemigo navío,
Ni tormenta, ni bonanza
Tu rumbo a torcer alcanza”.
Epíteto en el v.35: “feroz guerra”.
Enumeraciones en los vv.79/84
“son mi música mejor aquilones
El estrépito y temblor
De los cables sacudidos
Del negro mar los bramidos
Y el rugir de mis cañones”.
Sinestesia vv.11,12:
“y alza en blando movimiento”
“olas de plata y azul”
Hipérboles v.3: “El barco vuela”.
vv.29/30: “cien naciones a mis pies”.
Sinécdoque v.5:
“bajel pirata", se utiliza el barco en lugar de su tripulación (a los que temen es a su tripulación).
Antítesis v.20:
“ni tormenta ni bonanza”.
Metáforas vv. 82/83:
“cuando el yugo del esclavo sacudí”.
Término real: cuando conseguí la libertad.
Término metafórico: el yugo.
Término real: lo más preciado, querido, lo único que tiene el pirata.
Término metafórico: que es mi barco mi tesoro.
El lenguaje empleado es muy retórico y exaltado, típico también del Romanticismo, por lo que abundan en él las exclamaciones (“¡Sentenciado estoy a muerte!”) y las interrogaciones retóricas (“¿Qué es la vida?”), que conceden fuerza expresiva al poema.
Además, el poema presenta una gran cantidad de recursos retóricos que afectan a los distintos planos de la lengua.
Dentro del plano fónico, destaca el uso que el poeta hace de las aliteraciones. Por ejemplo, la repetición de la vibrante “r” que intenta imitar el sonido de la tormenta y de los cañones (“del ronco mar los bramidos y el rugir de los cañones”), por lo que cabría hablar incluso de onomatopeya.
Así como en los v. 55 y 56, con lo que se acrecienta el crujir del barco maniobrando para huir el ser perseguido.
"A la voz de ¡barco viene!,
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar:
que yo soy el rey del mar
y mi furia es de temer."
También hay alguna paranomasia: “La luna en el mar riela / en la lona gime el viento.”. Estos recursos fónicos le conceden al poema una mayor sonoridad.
En cuanto al plano morfosintáctico, la apostrófe: v. 17 "navega velero mío" destacan los hipérbatos (“del negro mar sus bramidos”) y las elipsis verbales, por ejemplo, en el estribillo.
"mi ley, [es] la fuerza y el viento;
mi única patria, [es] la mar."
También en esos versos es llamativa la anáfora, pues los dos primeros versos y los dos siguientes comienzan con las mismas palabras (“Que… que… mi… mi…”) y el paralelismo, pues también se repite en ellos la misma estructura ("Que es mi barco mi tesoro / que es mi Dios la libertad").
"Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar."
Epíteto: v. 35 "feroz guerra"
Las exclamaciones (¡Barco viene!) e interrogaciones retóricas (“¿qué es la vida”) contribuyen a remarcar el ritmo del poema. De igual manera, las enumeraciones (a veces con polisíndeton) dan rapidez a la composición: “que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza…”.
Dentro del plano semántico, vemos la sinestesia: v. 11 y 12.
"y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;"
La sinécdoque: v. 5 "bajel pirata" / barco pirata, se utiliza el barco en lugar de su tripulación: a los que temen es a su tripulación.
Observamos abundantes hipérboles (“el barco vuela”, “cien naciones a mis pies”) y personificaciones (“en la lona gime el viento”) y metáforas (Término metafórico “Que es mi barco mi tesoro” / Término real: lo más preciado, querido, lo único que tiene el pirata; Término metafórico: "cuando el yugo del esclavo sacudí "/ Término real: cuando conseguí la libertad, Término metafórico “olas de plata” / Término real: olas blancas.)
La ambientación de los sucesos es claramente romántica: la presencia de la luna (“la luna en el mar rïela”), el vaivén del viento, crean una atmósfera misteriosa unido a una mezcla de sensaciones que buscan impactar al lector.
El pirata es un personaje que posee los rasgos típicos del héroe romántico: valiente (“sin temor…ni a sujetar tu valor”, “y de pecho/a mi valor”), enérgico y decidido, (“mi furia es de temer”), altanero y arrogante, (“¡Sentenciado estoy a muerte!/Yo me río”). No se sujeta a normas ni leyes, desprecia las riquezas, reparte con los suyos lo que consigue, ama el riesgo y el peligro, y sobre todo, estima la belleza y la libertad.
El pirata es un personaje que posee los rasgos típicos del héroe romántico: valiente (“sin temor…ni a sujetar tu valor”, “y de pecho/a mi valor”), enérgico y decidido, (“mi furia es de temer”), altanero y arrogante, (“¡Sentenciado estoy a muerte!/Yo me río”). No se sujeta a normas ni leyes, desprecia las riquezas, reparte con los suyos lo que consigue, ama el riesgo y el peligro, y sobre todo, estima la belleza y la libertad.
CONCLUSIÓN
Este poema es muy representativo del movimiento romántico, tanto por sus características formales como por las temáticas.
Desde el punto de vista formal, se trata de una composición caracterizada por la libertad métrica y por un ritmo marcado y cambiante, que se presta a una recitación enfática y grandilocuente, muy del gusto de los románticos. Además, el estilo es bastante recargado y pomposo.
Desde el punto de vista temático, uno de los rasgos del romanticismo liberal y de Espronceda es su predilección por personajes marginales que simbolizan la libertad, tenemos a un personaje típicamente romántico, el pirata, arquetipo de personalidad rebelde, al margen de las normas sociales, que tiene como máximo ideal la libertad. Por lo tanto, exalta la figura del pirata, como un hombre que ha sido capaz de alcanzar su libertad luchando contra un tirano. Su vida en el mar es libre. No tiene banderas ni patria.
Los románticos popularizaron a estos personajes marginales que antes no habían despertado interés. Desde el Romanticismo, la figura del pirata ha ido cobrando valor hasta convertirse en un personaje habitual en la literatura juvenil con libros que se han convertido en clásicos como La isla del tesoro (1883) de Stevenson o La venganza de Sandokán (1907) del italiano Salgari. En el cine también es un personaje que ha tenido gran éxito y sigue teniéndolo en la actualidad con películas tan taquilleras como Piratas del Caribe.
Todos estos rasgos del pirata esproncediano son característicos del héroe romántico, que simboliza la oposición entre individuo y sociedad. Como en el caso del pirata, los protagonistas de las otras canciones de Espronceda – el cosaco, el mendigo, el verdugo, el reo de muerte-expresan el enfrentamiento del individuo libre y marginal con la sociedad, que permanece ante él indiferente.
Otros temas que también están presentes en este poema y que son típicos del Romanticismo son el individualismo (el pirata exalta su “yo” continuamente), el poco aprecio a la vida que muestra (“¿qué es la vida? Por perdida ya la di”) y las ansias de evasión del poeta, que se evidencian en el hecho de que el barco se dirija a Estambul (Oriente, destino exótico). Por último, también la ambientación es característica de este movimiento: el mar, que es su patria, es un espacio que representa la libertad y que además se muestra tan rebelde como el propio protagonista. La naturaleza también está muy presente en las creaciones del romanticismo. La canción del pirata es una muestra de ello. La naturaleza y sus elementos sirven, en este caso, para reflejar el estado de ánimo del héroe romántico. Aquí no se presenta el entorno como un lugar sosegado, sino que todos los elementos que se describen dan a entender un entorno dinámico y salvaje (el mar bravío).
El pirata defiende una libertad que no contempla las imposiciones sociales y en realidad, el poema esconde una crítica a la sociedad de su tiempo que se ve claramente reflejada en el estribillo en el que destacan estos cuatro elementos: tesoro, Dios, ley y patria.
que es mi Dios la libertad,
mi ley la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Este poema es muy representativo del movimiento romántico, tanto por sus características formales como por las temáticas.
Desde el punto de vista formal, se trata de una composición caracterizada por la libertad métrica y por un ritmo marcado y cambiante, que se presta a una recitación enfática y grandilocuente, muy del gusto de los románticos. Además, el estilo es bastante recargado y pomposo.
Desde el punto de vista temático, uno de los rasgos del romanticismo liberal y de Espronceda es su predilección por personajes marginales que simbolizan la libertad, tenemos a un personaje típicamente romántico, el pirata, arquetipo de personalidad rebelde, al margen de las normas sociales, que tiene como máximo ideal la libertad. Por lo tanto, exalta la figura del pirata, como un hombre que ha sido capaz de alcanzar su libertad luchando contra un tirano. Su vida en el mar es libre. No tiene banderas ni patria.
Los románticos popularizaron a estos personajes marginales que antes no habían despertado interés. Desde el Romanticismo, la figura del pirata ha ido cobrando valor hasta convertirse en un personaje habitual en la literatura juvenil con libros que se han convertido en clásicos como La isla del tesoro (1883) de Stevenson o La venganza de Sandokán (1907) del italiano Salgari. En el cine también es un personaje que ha tenido gran éxito y sigue teniéndolo en la actualidad con películas tan taquilleras como Piratas del Caribe.
Todos estos rasgos del pirata esproncediano son característicos del héroe romántico, que simboliza la oposición entre individuo y sociedad. Como en el caso del pirata, los protagonistas de las otras canciones de Espronceda – el cosaco, el mendigo, el verdugo, el reo de muerte-expresan el enfrentamiento del individuo libre y marginal con la sociedad, que permanece ante él indiferente.
Otros temas que también están presentes en este poema y que son típicos del Romanticismo son el individualismo (el pirata exalta su “yo” continuamente), el poco aprecio a la vida que muestra (“¿qué es la vida? Por perdida ya la di”) y las ansias de evasión del poeta, que se evidencian en el hecho de que el barco se dirija a Estambul (Oriente, destino exótico). Por último, también la ambientación es característica de este movimiento: el mar, que es su patria, es un espacio que representa la libertad y que además se muestra tan rebelde como el propio protagonista. La naturaleza también está muy presente en las creaciones del romanticismo. La canción del pirata es una muestra de ello. La naturaleza y sus elementos sirven, en este caso, para reflejar el estado de ánimo del héroe romántico. Aquí no se presenta el entorno como un lugar sosegado, sino que todos los elementos que se describen dan a entender un entorno dinámico y salvaje (el mar bravío).
El pirata defiende una libertad que no contempla las imposiciones sociales y en realidad, el poema esconde una crítica a la sociedad de su tiempo que se ve claramente reflejada en el estribillo en el que destacan estos cuatro elementos: tesoro, Dios, ley y patria.
- En el primer verso deja claro su espíritu antimaterialista, desestima las riquezas.
- En el segundo verso, pone a la libertad por encima de todo, es un valor supremo romántico.
- Después, en el tercero, confirma que para él no existen las leyes, apenas aquellas que rigen la naturaleza.
- Finalmente, en el último verso del estribillo, confirma su rechazo a cualquier vínculo con un lugar fijo.
que es mi Dios la libertad,
mi ley la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER (1836-1870)
RIMA IV
No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira; podrá no haber poetas; pero siempre habrá poesía. Mientras las ondas de la luz al beso palpiten encendidas, mientras el sol las desgarradas nubes de fuego y oro vista, mientras el aire en su regazo lleve perfumes y armonías, mientras haya en el mundo primavera, ¡habrá poesía! Mientras la ciencia a descubrir no alcance las fuentes de la vida, y en el mar o en el cielo haya un abismo que al cálculo resista, mientras la humanidad siempre avanzando no sepa a dó camina, mientras haya un misterio para el hombre, ¡habrá poesía! Mientras se sienta que se ríe el alma, sin que los labios rían; mientras se llore, sin que el llanto acuda a nublar la pupila; mientras el corazón y la cabeza batallando prosigan, mientras haya esperanzas y recuerdos, ¡habrá poesía! Mientras haya unos ojos que reflejen los ojos que los miran, mientras responda el labio suspirando al labio que suspira, mientras sentirse puedan en un beso dos almas confundidas, mientras exista una mujer hermosa, ¡habrá poesía! |
LOCALIZACIÓN
El texto propuesto para el comentario es la Rima IV del poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer. Su obra se sitúa en la corriente de la lírica posromántica (segunda mitad del siglo XIX), que se caracteriza por su predilección por la temática intimista y por la sencillez y sobriedad de su estilo, frente al retoricismo y vehemencia de la poesía romántica (primera mitad del XIX). Se trata de un texto literario de carácter poético y perteneciente, por tanto, al género lírico, que, a diferencia de los otros dos grandes géneros, se caracteriza por preferir el verso a la prosa, y por plasmar la subjetividad y los sentimientos del autor, características ambas perfectamente visibles en este poema. Dentro de las series en que suelen agruparse los poemas de Bécquer, esta rima pertenece a la primera parte, cuya temática gira en torno a la propia poesía. TEMA Y RESUMEN Resumen: La poesía existiría siempre, incluso aunque no haya poetas, porque está presente en todos los aspectos de la vida: en el esplendor de la naturaleza, en los misterios que la humanidad es incapaz de resolver, en los sentimientos del hombre o en la belleza de la mujer. El tema de esta rima es, por tanto, la poesía. Bécquer nos define lo que significa la poesía para él. Habrá poesía siempre que existan lo que para él son los componentes poéticos básicos, sus principales fuentes de inspiración: la naturaleza, los misterios humanos, los sentimientos (en especial, el amor) y las mujeres hermosas. |
ESTRUCTURA
En cuanto la estructura externa del poema, podemos decir que consta de cinco estrofas: la primera de ellas tiene cuatro versos, y el resto, ocho versos cada una. También el esquema métrico de la primera la distingue del resto, pues en ella, los tres primeros versos son endecasílabos, mientras que el cuarto es hexasílabo, mientras que en las otras cuatro estrofas se van alternando versos de once y siete sílabas, siendo hexasílabo solo el último de cada estrofa, que es siempre el mismo.
Esta combinación de versos endecasílabos y heptasílabos, al repetirse en todas las estrofas, estamos ante estancias. En cuanto a la rima, en todo el poema riman los versos pares en asonante: í-a. Esta rima asonante alterna, así como la combinación de endecasílabos con heptasílabos, es muy frecuente en Bécquer.
Hemos visto, por tanto, que desde el punto de vista formal, la primera estrofa ya se distingue de las otras cuatro.
En cuanto la estructura externa del poema, podemos decir que consta de cinco estrofas: la primera de ellas tiene cuatro versos, y el resto, ocho versos cada una. También el esquema métrico de la primera la distingue del resto, pues en ella, los tres primeros versos son endecasílabos, mientras que el cuarto es hexasílabo, mientras que en las otras cuatro estrofas se van alternando versos de once y siete sílabas, siendo hexasílabo solo el último de cada estrofa, que es siempre el mismo.
Esta combinación de versos endecasílabos y heptasílabos, al repetirse en todas las estrofas, estamos ante estancias. En cuanto a la rima, en todo el poema riman los versos pares en asonante: í-a. Esta rima asonante alterna, así como la combinación de endecasílabos con heptasílabos, es muy frecuente en Bécquer.
Hemos visto, por tanto, que desde el punto de vista formal, la primera estrofa ya se distingue de las otras cuatro.
La estructura interna del poema confirma este hecho, pues la rima podría dividirse en dos partes atendiendo a su contenido:
- En la primera estrofa, que sirve de introducción, el poeta expresa la idea principal: la poesía existirá siempre, incluso aunque no haya poetas.
- En las cuatro estrofas restantes, el poeta explica y justifica esa información, es decir, desarrolla esa idea principal haciéndonos ver que la poesía está en todos los aspectos de la vida, y que seguirá existiendo porque siempre habrá naturaleza, misterios, sentimientos y belleza en el mundo. En este sentido, podríamos afirmar que esta segunda parte del poema, se divide a su vez en cuatro, correspondientes a estas cuatro estrofas, pues en cada una de ellas Bécquer nos habla de uno de los componentes poéticos fundamentales, o, dicho de otro modo, de las que a su juicio son las fuentes de inspiración de cualquier poeta.
La rima presenta, por tanto, una estructura analítica: se introduce la idea principal y, a continuación, se desarrolla.
La actitud del poeta en esta rima es claramente subjetiva, pues está haciendo aquí una definición muy personal de lo que para él es la poesía. Digamos que nos expresa su particular visión de la poesía, y nos advierte que no debemos pensar que la poesía está solo en los versos escritos por los poetas. Esa advertencia justifica el uso de un verbo en segunda persona del plural al comienzo de la rima: “No digáis...”. Por tanto, en este poema están presentes tanto la función expresiva del lenguaje, como la apelativa.
ESTILO:
También, como en cualquier poema, hay un cuidado especial de la forma que nos permite hablar de función estética o poética. El poeta nos transmite sus ideas sobre la poesía a través de un poema (metapoesía): es decir, ejemplifica la teoría poética con la práctica. Esta función estética se manifiesta, por supuesto, en el hecho de que el texto esté escrito en verso y presente una rima determinada, pero también en el uso que el poeta hace de las figuras literarias. Así, encontramos en esta rima muchas de las figuras retóricas más utilizadas por Bécquer, como son el paralelismo, acompañado en este caso de anáfora (salvo la primera estrofa, las demás están todas encabezadas por el adverbio “Mientras”, que pone de relieve la atemporalidad de la poesía), las exclamaciones retóricas (“¡Habrá poesía!”), que insisten repetidamente en la idea principal del poema, las antítesis (entre los conceptos llanto y risa, por ejemplo), el hipérbaton (“Mientras el sol / las desgarradas nubes / de fuego y oro vista”), las metáforas (la lira remite a la poesía, el fuego y el oro al color del sol...) y las personificaciones de elementos de la naturaleza (el sol, el aire...). También se puede hablar en este poema de metonimia, pues se le atribuyen a “partes” del cuerpo, actividades que realizan las personas (se toma la parte por el todo): los labios ríen, el alma ríe, el labio responde al labio suspirando...
La intención de Bécquer en este poema es, como ya hemos dicho, expresar su concepción de poesía y señalar cuáles son, a su juicio, las fuentes de inspiración fundamentales del poeta.
También, como en cualquier poema, hay un cuidado especial de la forma que nos permite hablar de función estética o poética. El poeta nos transmite sus ideas sobre la poesía a través de un poema (metapoesía): es decir, ejemplifica la teoría poética con la práctica. Esta función estética se manifiesta, por supuesto, en el hecho de que el texto esté escrito en verso y presente una rima determinada, pero también en el uso que el poeta hace de las figuras literarias. Así, encontramos en esta rima muchas de las figuras retóricas más utilizadas por Bécquer, como son el paralelismo, acompañado en este caso de anáfora (salvo la primera estrofa, las demás están todas encabezadas por el adverbio “Mientras”, que pone de relieve la atemporalidad de la poesía), las exclamaciones retóricas (“¡Habrá poesía!”), que insisten repetidamente en la idea principal del poema, las antítesis (entre los conceptos llanto y risa, por ejemplo), el hipérbaton (“Mientras el sol / las desgarradas nubes / de fuego y oro vista”), las metáforas (la lira remite a la poesía, el fuego y el oro al color del sol...) y las personificaciones de elementos de la naturaleza (el sol, el aire...). También se puede hablar en este poema de metonimia, pues se le atribuyen a “partes” del cuerpo, actividades que realizan las personas (se toma la parte por el todo): los labios ríen, el alma ríe, el labio responde al labio suspirando...
La intención de Bécquer en este poema es, como ya hemos dicho, expresar su concepción de poesía y señalar cuáles son, a su juicio, las fuentes de inspiración fundamentales del poeta.
CONCLUSIÓN
Desde el punto de vista formal muestra rasgos típicos del Romanticismo. En primer lugar no es una estrofa clásica, presenta versos de diferentes medidas (heptasílabos, endecasílabos y hexasílabos) y estrofas de diferente esquema métrico (la primera de cuatro versos el resto de ocho) lo que es muestra de la polimetría propia de los románticos.
En cuanto a la temática este poema al primer grupo, las poesías metapoéticas un grupo identificado de composiciones que indagan sobre la poesía, expresa con entusiasmo su fe en que los temas de la poesía serán inagotables por ser algo consustancial al ser humano. Recoge cuatro musas o fuentes de inspiración: la belleza de la naturaleza, especialmente la primavera; los misterios sin resolver que rodean la existencia humana; la propia condición contradictoria de los hombres y sobre todo el amor y la mujer. La presencia de la naturaleza para canalizar los sentimientos responde a esa concepción de la poesía postromántica en donde predomina el sentimiento y la hondura poética, con gran perfección formal, sencillez y lenguaje depurado, lejos del Romanticismo exaltado de años anteriores de poetas como Zorrilla, Espronceda o el Duque de Rivas. Se trata de una poesía intimista y directa.
Por ello, este poema es una muestra de lo que supone formal y temáticamente el Romanticismo tardío.
Desde el punto de vista formal muestra rasgos típicos del Romanticismo. En primer lugar no es una estrofa clásica, presenta versos de diferentes medidas (heptasílabos, endecasílabos y hexasílabos) y estrofas de diferente esquema métrico (la primera de cuatro versos el resto de ocho) lo que es muestra de la polimetría propia de los románticos.
En cuanto a la temática este poema al primer grupo, las poesías metapoéticas un grupo identificado de composiciones que indagan sobre la poesía, expresa con entusiasmo su fe en que los temas de la poesía serán inagotables por ser algo consustancial al ser humano. Recoge cuatro musas o fuentes de inspiración: la belleza de la naturaleza, especialmente la primavera; los misterios sin resolver que rodean la existencia humana; la propia condición contradictoria de los hombres y sobre todo el amor y la mujer. La presencia de la naturaleza para canalizar los sentimientos responde a esa concepción de la poesía postromántica en donde predomina el sentimiento y la hondura poética, con gran perfección formal, sencillez y lenguaje depurado, lejos del Romanticismo exaltado de años anteriores de poetas como Zorrilla, Espronceda o el Duque de Rivas. Se trata de una poesía intimista y directa.
Por ello, este poema es una muestra de lo que supone formal y temáticamente el Romanticismo tardío.
LIII
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán!
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán!