Video de: Diente de León
Modernismo from lenguaquique
El Modernismo fue un movimiento artístico y literario que tuvo lugar en Hispanoamérica y Europa durante los años finales del XIX y los primeros del XX, una época en España marcada por la herencia de la Restauración monárquica tras el fracaso de la Revolución del 68: Alfonso XII muere con sólo 27 años dejando como heredero al trono a un bebé, por lo que será su viuda, Mª Cristina la que jure la Constitución y asuma el papel de Regente hasta la mayoría de edad de su hijo, el futuro rey Alfonso XIII.
Estamos en un período de monarquía constitucional y parlamentaria, en la cual el rey se reparte poderes con unas cortes formadas por los representantes del pueblo elegidos democráticamente cada cierto tiempo. Había dos grandes partidos, los progresistas y los conservadores, que se turnaban en el poder mediante los "pucherazos" electorales y el caciquismo.
Estamos en un período de monarquía constitucional y parlamentaria, en la cual el rey se reparte poderes con unas cortes formadas por los representantes del pueblo elegidos democráticamente cada cierto tiempo. Había dos grandes partidos, los progresistas y los conservadores, que se turnaban en el poder mediante los "pucherazos" electorales y el caciquismo.
En 1912, Benito Pérez Galdós pronunció un discurso que refleja de forma muy elocuente la situación política del país:
"Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos... (...) Han de pasar años, tal vez lustros, antes de que este Régimen, atacado de tuberculosis ética, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental. Tendremos que esperar como mínimo 100 años más para que en este tiempo, si hay mucha suerte, nazcan personas más sabias y menos chorizos de los que tenemos actualmente".
Texto tomado de: Diente de León
Imagen viñeta vía: Imagina... el Modernismo
VIÑETAS DE LA ÉPOCA
REFLEJAN EL CLIMA DE CORRUPCIÓN POLÍTICA IMPERANTE
Imágenes viñetas vía: Imagina... el Modernismo
Estamos, por tanto, en una época de corrupción política generalizada, con la consiguiente desconfianza y desencanto de la población (reflejado en viñetas satíricas de la época) que veía como la clase política, independientemente de su ideología, aspiraba a llegar al poder no para solucionar los acuciantes problemas del país, ni para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, sino para obtener beneficios económicos y personales. Y España necesitaba urgentemente medidas serias que atajaran sus problemas sociales y económicos, el atraso del país, y su progresiva e imparable decadencia, de la que hizo además tomar conciencia de forma traumática el "Desastre del 98": la pérdida de las que eran ya las últimas colonias que quedaban del fastuoso imperio que nuestro país había sido tres siglos antes (Cuba, Puerto Rico y Filipinas). El Desastre marcó a toda una generación de intelectuales, algunos de los cuales eran literatos, que empezaron a reflexionar sobre esta situación, sus causas y las posibles soluciones. Surge así el "tema de España", abordado con insistencia por los llamados intelectuales "regeneracionistas" y ya estrictamente en el ámbito literario, por la Generación del 98, etiqueta controvertida que emplean algunos críticos para diferenciar a estos escritores del resto de los Modernistas.
TRANVÍA DE SAN SEBASTIÁN, 1888.
Imagen vía: Imagina... El Modernismo
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Estamos en plena época de industrialización; son años de avances tecnológicos que preludian el vértigo del siglo XX. Estos adelantos empiezan a compartirse y darse a conocer en las Exposiciones Universales, como la de París en 1889, para la que se construyó la Torre Eiffel, que se convirtió desde entonces en símbolo emblemático de la ciudad. París será además la capital intelectual y artística del mundo, la "Meca" a la que miran y se acercan todos los pensadores, pintores, escritores del momento, incluidos los modernistas, buscando inspiración.
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España estaba muy por detrás de las grandes potencias occidentales; no se terminaba de consolidar un tejido industrial que modernizase el país; las tasas de analfabetismo eran elevadísimas... Y lo peor aún estaba por llegar.
Texto tomado de: Diente de León
EL DESASTRE DEL 98
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Una nueva literatura, que se gestaba a finales del S.XIX triunfa en los primeros lustros del XX.
Modernismo y 98 son, en realidad, LAS DOS CARAS DE UNA MISMA RUPTURA, FORMAS HISPÁNICAS DE UNA "CRISIS UNIVERSAL".
En un principio, el término "modernista" era usado con un matiz despectivo (en boca de los enemigos de tales intentos renovadores). Hacia 1880, y ya en el ámbito de las letras hispanoamericanas, Ruben Darío y otros asumen con insolente orgullo ese "mote" con el que se les vituperaba. A partir de entonces, la palabra Modernismo se convertirá en un concepto fundamental de nuestra historia literaria, hasta el punto de que es imposible comprender la literatura hispánica moderna sin tener en cuenta los descubrimientos y la libertad creadora de los modernistas, la poesía en lengua castellana salió del Modernismo absolutamente distinta a lo que había sido antes.
Modernismo y 98 son, en realidad, LAS DOS CARAS DE UNA MISMA RUPTURA, FORMAS HISPÁNICAS DE UNA "CRISIS UNIVERSAL".
En un principio, el término "modernista" era usado con un matiz despectivo (en boca de los enemigos de tales intentos renovadores). Hacia 1880, y ya en el ámbito de las letras hispanoamericanas, Ruben Darío y otros asumen con insolente orgullo ese "mote" con el que se les vituperaba. A partir de entonces, la palabra Modernismo se convertirá en un concepto fundamental de nuestra historia literaria, hasta el punto de que es imposible comprender la literatura hispánica moderna sin tener en cuenta los descubrimientos y la libertad creadora de los modernistas, la poesía en lengua castellana salió del Modernismo absolutamente distinta a lo que había sido antes.
Aunque, a nivel político, no hubiese reacción real a la lamentable situación del país (como habéis escuchado en este vídeo), sí la hubo en los ámbitos culturales e intelectuales. Filósofos, científicos, escritores, periodistas... Todos ellos elevaron su voz y criticaron, desde sus respectivos campos, cómo se hallaba el país, expresando, a su vez, su deseo de regenerarlo, de reconstruirlo a partir de las cenizas del 'Desastre del 98'.
Esta ola de rabia, descontento, indignación y protesta tuvo rápidamente su eco en la literatura. Novelistas, ensayistas, poetas y dramaturgos que habían abrazado el Modernismo abandonaban esta corriente para apostar por un estilo diferente, que les permitiera abordar los gravísimos problemas de España y, al mismo tiempo, reflexionar sobre el sentido que tenía la vida humana en un mundo cruel, absurdo, deshumanizado y corrupto. Muchos fueron los autores que se adscribieron a esta nueva forma de percibir la literatura, destacando, de entre todos ellos, seis: Ramiro de Maeztu, José Martínez 'Azorín', Pío Baroja, Miguel de Unamuno, Antonio Machado y Ramón María del Valle-Inclán. Todos ellos constituyeron uno de los grupos literarios más importantes de nuestra historia: la Generación del 98.
Como ya se ha indicado, España era la principal preocupación de los escritores de esta Generación. Desde su punto de vista, para recuperar la grandeza de nuestro país y regenerarlo, era preciso encontrar, primero, su esencia, aquello que lo destacaba de otras naciones occidentales y lo llevó en su día a ser una gran potencial mundial.
Para conseguir ese objetivo, la Generación del 98 buscará lo que es España en distintos lugares:
Por otra parte, los escritores de la Generación del 98 se interesarán por el alma humana. El sinsentido del 'Desastre del 98' y las sensaciones posteriores de humillación y derrota llevaron a intelectuales, artistas y filósofos a plantearse lo absurda que era la existencia del hombre, condenado (ya fuera por voluntad propia o intervención ajena) por la avaricia, la corrupción, el egoísmo y todos los pecados y defectos del mundo moderno. Valores como la justicia, la verdad o el honor se habían diluido como azúcar en el agua y hasta el mismo destino parecía conducirnos a todos a la más absoluta fatalidad. Esta visión tan pesimista de la vida es otro de los grandes temas de una Generación del 98 que no dudó en apostar por personajes repletos de dudas y temores, historias de final trágico...
En ese sentido, se puede afirmar que la Generación del 98 recoge el testigo modernista de preocuparse por los sentimientos. Sin embargo, en vez de volcarse con temas íntimos personales (como la pasión y la nostalgia que se veían en Rubén Darío), lo hace con asuntos más universales, como el destino, la religión, la existencia de Dios, la crueldad del hombre... Del mismo modo, abandona el lenguaje recargado y artificial típico del Modernismo para centrarse en un estilo mucho más sencillo y directo, con oraciones simples que expresen de manera clara y concisa lo que se desea decir; un vocabulario culto, pero adecuado; y algunos arcaísmos (palabras en desuso que recuperaron estos autores en sus estudios de la literatura española antigua).
También rompieron radicalmente con el Realismo de Galdós o el Naturalismo de Clarín, puesto que ellos no deseaban simplemente reflejar la realidad; sino, sobre todo, dar una visión completamente subjetiva, crítica y humana de ella. Eso sí, además del estilo, de estos movimientos recuperaron la importancia de los diálogos, hablando cada personaje según su nivel sociocultural y económico. Estos diálogos, además, permitirán el desarrollo de sus respectivas personalidades y mostrar al lector sus dudas existenciales.
Esta ola de rabia, descontento, indignación y protesta tuvo rápidamente su eco en la literatura. Novelistas, ensayistas, poetas y dramaturgos que habían abrazado el Modernismo abandonaban esta corriente para apostar por un estilo diferente, que les permitiera abordar los gravísimos problemas de España y, al mismo tiempo, reflexionar sobre el sentido que tenía la vida humana en un mundo cruel, absurdo, deshumanizado y corrupto. Muchos fueron los autores que se adscribieron a esta nueva forma de percibir la literatura, destacando, de entre todos ellos, seis: Ramiro de Maeztu, José Martínez 'Azorín', Pío Baroja, Miguel de Unamuno, Antonio Machado y Ramón María del Valle-Inclán. Todos ellos constituyeron uno de los grupos literarios más importantes de nuestra historia: la Generación del 98.
Como ya se ha indicado, España era la principal preocupación de los escritores de esta Generación. Desde su punto de vista, para recuperar la grandeza de nuestro país y regenerarlo, era preciso encontrar, primero, su esencia, aquello que lo destacaba de otras naciones occidentales y lo llevó en su día a ser una gran potencial mundial.
Para conseguir ese objetivo, la Generación del 98 buscará lo que es España en distintos lugares:
- La historia, tanto medieval como la del Imperio, con el doble objetivo de localizar el espíritu de España y descubrir los males que la han llevado a la situación de decadencia actual.
- La literatura del Siglo de Oro, la etapa más gloriosa de nuestras letras, y las obras de otros grandes autores, como Jorge Manrique, los ilustrados o Mariano José de Larra. Todos ellos mostraban ya en sus escritos una búsqueda del alma española y un deseo de que cambiasen la sociedad y el mundo en el que vivían.
- Los paisajes de Castilla. Al ser la cuna histórica de España, este territorio servirá de símbolo a esta Generación para plasmar los males y las bondades del país. A fin de cuentas, de Castilla surgió la chispa de la Reconquista y el descubrimiento y posterior colonización de América; así como las bases del gran Imperio de Carlos I y Felipe II. Una grandeza que chocaba de lleno con la realidad que vivía la Castilla de principios del siglo XX: rural, empobrecida, analfabeta, austera, seca... Aunque con una belleza y una fortaleza indiscutibles. El destino de España y el de Castilla iban de la mano.
Por otra parte, los escritores de la Generación del 98 se interesarán por el alma humana. El sinsentido del 'Desastre del 98' y las sensaciones posteriores de humillación y derrota llevaron a intelectuales, artistas y filósofos a plantearse lo absurda que era la existencia del hombre, condenado (ya fuera por voluntad propia o intervención ajena) por la avaricia, la corrupción, el egoísmo y todos los pecados y defectos del mundo moderno. Valores como la justicia, la verdad o el honor se habían diluido como azúcar en el agua y hasta el mismo destino parecía conducirnos a todos a la más absoluta fatalidad. Esta visión tan pesimista de la vida es otro de los grandes temas de una Generación del 98 que no dudó en apostar por personajes repletos de dudas y temores, historias de final trágico...
En ese sentido, se puede afirmar que la Generación del 98 recoge el testigo modernista de preocuparse por los sentimientos. Sin embargo, en vez de volcarse con temas íntimos personales (como la pasión y la nostalgia que se veían en Rubén Darío), lo hace con asuntos más universales, como el destino, la religión, la existencia de Dios, la crueldad del hombre... Del mismo modo, abandona el lenguaje recargado y artificial típico del Modernismo para centrarse en un estilo mucho más sencillo y directo, con oraciones simples que expresen de manera clara y concisa lo que se desea decir; un vocabulario culto, pero adecuado; y algunos arcaísmos (palabras en desuso que recuperaron estos autores en sus estudios de la literatura española antigua).
También rompieron radicalmente con el Realismo de Galdós o el Naturalismo de Clarín, puesto que ellos no deseaban simplemente reflejar la realidad; sino, sobre todo, dar una visión completamente subjetiva, crítica y humana de ella. Eso sí, además del estilo, de estos movimientos recuperaron la importancia de los diálogos, hablando cada personaje según su nivel sociocultural y económico. Estos diálogos, además, permitirán el desarrollo de sus respectivas personalidades y mostrar al lector sus dudas existenciales.
GENERACIÓN DEL 98
- NARRATIVA
Estas características se observaron en la narrativa de la Generación del 98, pudiendo destacar en ella a tres grandes autores:
PÍO BAROJA (San Sebastián 1872-Madrid 1956)
Nacido en San Sebastián, se formó para ser médico, pero pronto abandonó la medicina por la literatura. En sus novelas destaca, por un lado, su visión pesimista del mundo, en el que el hombre nada puede hacer para luchar contra la tragedia y el destino; y la importancia de los diálogos y la acción, apenas interrumpida por unas descripciones muy sucintas. Baroja se centra, sobre todo, en el dolor humano, experimentado por esas clases bajas que solo pueden soñar con sobrevivir.
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Su familia era originaria de San Sebastián, pero él se trasladó a Madrid para estudiar Medicina, y tras ejercer muy brevemente esa profesión que le horrorizaba (y sobre la que había hecho una tesis sobre el dolor), se instaló en la capital para, oficialmente, hacerse cargo de la panadería que había regentado su hermano, pero en la práctica, para vivir la que era su única pasión: la escritura.
Baroja tenía un carácter difícil, hipercrítico, malhumorado e incluso misógino, que él mismo reconocía, pero que no le impidió despertar admiración y establecer lazos de amistad con otros intelectuales noventayochistas como Azorín o Ramiro Maeztu, con los que formaría el "Grupo de los tres", muy conocido en la época por publicar artículos en los periódicos sobre la cuestión de la decadencia de España y las posibles soluciones a la situación del país.
Anticlerical y ateo convencido, su rechazo de la sociedad y el sistema de gobierno le hizo ser anarquista en su juventud, aunque con el tiempo se fue haciendo cada vez más nihilista, (es decir, que ningún sistema terminaba de convencerle o por parecerle suficientemente bueno) y escéptica (no tiene fe en nada: ni en socialismo, ni en comunismo, ni en autoritarismo...) O sea, rechaza el mundo en que vive pero no cree en una alternativa posible ni en la posibilidad de un mundo mejor. Por eso ensalza la rebeldía que ataca lo establecido, pero sin proponer otra cosa.
Como es lógico, su ideologia y su forma de entender la vida, el mundo y el hombre se plasma en su amplisima obra comprende ensayos, artículos, relatos breves y , sobre todo, novelas. Decenas de novelas que constituyen una obra narrativa como dijimos, profundamente admirada e influyente en muchos escritores contemporáneos y posteriores.
Su producción (donde destaca El árbol de la ciencia) se suele agrupar en distintas trilogías, como Tierra vasca (La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz y Zalacaín el aventurero); La lucha por la vida (La busca, Mala hierba y Aurora roja); La raza (El árbol de la ciencia, La dama errante y La ciudad en la niebla); o El mar (Las inquietudes de Shanti Andía, El laberinto de las sirenas y La estrella del capitán Chimista).
Baroja tenía un carácter difícil, hipercrítico, malhumorado e incluso misógino, que él mismo reconocía, pero que no le impidió despertar admiración y establecer lazos de amistad con otros intelectuales noventayochistas como Azorín o Ramiro Maeztu, con los que formaría el "Grupo de los tres", muy conocido en la época por publicar artículos en los periódicos sobre la cuestión de la decadencia de España y las posibles soluciones a la situación del país.
Anticlerical y ateo convencido, su rechazo de la sociedad y el sistema de gobierno le hizo ser anarquista en su juventud, aunque con el tiempo se fue haciendo cada vez más nihilista, (es decir, que ningún sistema terminaba de convencerle o por parecerle suficientemente bueno) y escéptica (no tiene fe en nada: ni en socialismo, ni en comunismo, ni en autoritarismo...) O sea, rechaza el mundo en que vive pero no cree en una alternativa posible ni en la posibilidad de un mundo mejor. Por eso ensalza la rebeldía que ataca lo establecido, pero sin proponer otra cosa.
Como es lógico, su ideologia y su forma de entender la vida, el mundo y el hombre se plasma en su amplisima obra comprende ensayos, artículos, relatos breves y , sobre todo, novelas. Decenas de novelas que constituyen una obra narrativa como dijimos, profundamente admirada e influyente en muchos escritores contemporáneos y posteriores.
Su producción (donde destaca El árbol de la ciencia) se suele agrupar en distintas trilogías, como Tierra vasca (La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz y Zalacaín el aventurero); La lucha por la vida (La busca, Mala hierba y Aurora roja); La raza (El árbol de la ciencia, La dama errante y La ciudad en la niebla); o El mar (Las inquietudes de Shanti Andía, El laberinto de las sirenas y La estrella del capitán Chimista).
Aparición del propio Pío Baroja en la adaptación que se hizo de su obra "Zalacaín del aventurero", en 1955:
Fuente de la información: Diente de León
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Tres aspectos destacan en su obra, más o menos significativos según la novela de que se trate:
Baroja es calificado por muchos como uno de los novelistas más importantes de la literatura española del siglo XX, y seguramente el más influyente, es decir, el que más ha influido en escritores posteriores. Escritores entre dos siglos y de dentro y fuera de España proclamaron su admiración por él: Galdós, Unamuno, Azorín, o el norteamericano John doss Passos. De hecho, cuando murió en 1956, su féretro fue llevado a hombros por dos admiradores suyos como Ernest Hemingway y Camilo José Cela. Uno ya era Premio Nobel; el otro, lo sería unas décadas después.
- LA ACCIÓN de algunas novelas es trepidante. No hay respiro en novelas como Zalacaín el aventurero o Las Inquietudes de Shanti Andia. Dicha acción aparece narrada de forma sencilla y expresiva.
- LA DESCRIPCIÓN, tanto de personajes como de paisajes, se presenta con naturalidad, trazos rápidos y precisos. Cabe destacar La busca, novela en la que aparece crudamente retratado el Madrid de los bajos fondos. Otras novelas con fuerte carga descriptiva son Mala hierba o Aurora roja.
- LA REFLEXIÓN de Baroja aparece a veces en boca de sus personajes tienen conversaciones filosóficas a través de diálogos coloquiales. Así ocurre en Camino de la perfección o en El árbol de la ciencia.
Baroja es calificado por muchos como uno de los novelistas más importantes de la literatura española del siglo XX, y seguramente el más influyente, es decir, el que más ha influido en escritores posteriores. Escritores entre dos siglos y de dentro y fuera de España proclamaron su admiración por él: Galdós, Unamuno, Azorín, o el norteamericano John doss Passos. De hecho, cuando murió en 1956, su féretro fue llevado a hombros por dos admiradores suyos como Ernest Hemingway y Camilo José Cela. Uno ya era Premio Nobel; el otro, lo sería unas décadas después.
Texto tomado de: Diente de León
JOSÉ MARTÍNEZ 'AZORÍN'
El alicantino 'Azorín' (pseudónimo de José Martínez), a diferencia de Baroja, se olvida por completo de la acción. En sus novelas, de hecho, no hay argumento: son escenas yuxtapuestas sin una historia de fondo que las una. Por el contrario, para 'Azorín' lo realmente importante eran las descripciones de los paisajes (Castilla, esencialmente), los pueblos y sus gentes. Estas, eso sí, no serían tan largas y profusas como las del Realismo, sino mucho más sobrias, elaboradas con pequeños detalles (a modo impresionista, como hacían los pintores de esta corriente en Francia).
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Y a diferencia de Baroja, sus novelas no respiran acción y aventura, en ellas pesa con fuerza la descripción impresionista, a partir de frases breves, un estilo sencillo y preciso, con el empleo de un léxico rico y culto.
El tema por excelencia es el de Castilla: describió sus paisajes, con sus colores, sonidos y olores... que representaban a España en su conjunto.
Incluso se toma la libertad de incorporar a sus novelas algunos elementos líricos, abandonando el narrador omnisciente para apostar por uno interno que le permitiera mostrar sus reflexiones sobre la desesperación, la fugacidad de la vida, el paso del tiempo, la fatalidad, el hastío...
Algunas de sus novelas son: Las confesiones de un pequeño filósofo, La ruta de don Quijote y, especialmente, Castilla.
El tema por excelencia es el de Castilla: describió sus paisajes, con sus colores, sonidos y olores... que representaban a España en su conjunto.
Incluso se toma la libertad de incorporar a sus novelas algunos elementos líricos, abandonando el narrador omnisciente para apostar por uno interno que le permitiera mostrar sus reflexiones sobre la desesperación, la fugacidad de la vida, el paso del tiempo, la fatalidad, el hastío...
Algunas de sus novelas son: Las confesiones de un pequeño filósofo, La ruta de don Quijote y, especialmente, Castilla.
MIGUEL DE UNAMUNO (Bilbao, 1864-Salamanca 1936)
Posiblemente este sea el nombre más prominente de toda esta Generación. Nació en Bilbao, pero pasó casi toda su vida en Salamanca, donde fue catedrático de Griego e incluso rector de su prestigiosa universidad. Filósofo fundamental de nuestro país, en sus novelas mostrará sus dudas existenciales y sus principales ideas: la preocupación por el ser humano, el sentido de la vida, la necesidad de hallar a Dios, la lucha entre la razón y la fe...
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Por supuesto, España también fue uno de sus focos de atención, estudiando a fondo nuestra literatura y nuestra historia para encontrar, en ellas, su esencia, su alma.
Renegó de la prosa realista y naturalista hasta el punto de que no llamaba a sus obras 'novelas', sino 'nivolas', en un afán de desmarcarse completamente de los movimientos anteriores. Y, desde luego, muchas eran las diferencias: apuesta por el diálogo y el monólogo para desarrollar los acontecimientos, empleo del paisaje como símbolo (herencia modernista), sus finales no eran cerrados...
Tres 'nivolas' sobresalen de su trayectoria, a saber, Niebla (donde aborda, desde una perspectiva trágica y pesimista, el sentido de la existencia), San Manuel Bueno, mártir (aquí expresa sus profundas dudas religiosas -razón vs. fe-) y La tía Tula.
Renegó de la prosa realista y naturalista hasta el punto de que no llamaba a sus obras 'novelas', sino 'nivolas', en un afán de desmarcarse completamente de los movimientos anteriores. Y, desde luego, muchas eran las diferencias: apuesta por el diálogo y el monólogo para desarrollar los acontecimientos, empleo del paisaje como símbolo (herencia modernista), sus finales no eran cerrados...
Tres 'nivolas' sobresalen de su trayectoria, a saber, Niebla (donde aborda, desde una perspectiva trágica y pesimista, el sentido de la existencia), San Manuel Bueno, mártir (aquí expresa sus profundas dudas religiosas -razón vs. fe-) y La tía Tula.
VALLE-INCLÁN
Tampoco podemos olvidarnos de Ramón del Valle-Inclán, quien, a principios del siglo XX, publicó una serie de novelas llamadas Sonatas (1902-1905) (de Primavera, Estío, Otoño e Invierno), protagonizadas por un galán (el marqués de Bradomín, un antidonjuán "feo, católico y sentimental") cuyas aventuras amorosas sirven de excusa para crear ambientes sugerentes y bellos, llenos de exotismo...
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En estas obras Valle-Inclán todavía no apostaba por el estilo propio de la Generación del 98, sino, más bien, por el del Modernismo, cuyos rasgos plasma a la perfección en esta tetralogía.
Más adelante, tanto en narrativa (El ruedo ibérico, Tirano Banderas) como, sobre todo, en teatro, el gallego se volcará de lleno en la estética propia del 98.
A este periodo pertenecen sus creaciones ESPERPÉNTICAS (las de mayor calidad y originalidad). El esperpento es una técnica que consiste en deformar la realidad hasta el extremo, con el fin de criticar los aspectos negativos de la sociedad. Se exageran los rasgos físicos y psicológicos de los personajes, de modo que parezcan grotescos, casi animalescos. También la forma de hablar se deforma.
Más adelante, tanto en narrativa (El ruedo ibérico, Tirano Banderas) como, sobre todo, en teatro, el gallego se volcará de lleno en la estética propia del 98.
A este periodo pertenecen sus creaciones ESPERPÉNTICAS (las de mayor calidad y originalidad). El esperpento es una técnica que consiste en deformar la realidad hasta el extremo, con el fin de criticar los aspectos negativos de la sociedad. Se exageran los rasgos físicos y psicológicos de los personajes, de modo que parezcan grotescos, casi animalescos. También la forma de hablar se deforma.
Por supuesto, la novela no bastaba para criticar a la España de ese momento, por lo que los autores del 98 recuperaron de la Ilustración un subgénero algo abandonado desde entonces (con la honrosa excepción de Larra), a saber, el ensayo. Valiéndose tanto de periódicos como de otra serie de publicaciones, los miembros de esta Generación, con su estilo directo y preciso, difundieron sus ensayos, en los que, además de analizar la realidad del país, expusieron sus interpretaciones (argumentales, filosóficas...) sobre obras literarias Clásicas
(especialmente Don Quijote de La Mancha).
En este ámbito destacaron dos nombres:
- 'Azorín' (Ruta de Don Quijote, Castilla, Los pueblos), quien, por medio del paisaje castellano y sus localidades, estudia la vida tradicional española, con sus virtudes y sus defectos.
- Unamuno (Vida de Don Quijote y Sancho, El sentimiento trágico de la vida), el cual expondrá de nuevo sus dos temas centrales, a saber, su preocupación por España y la problemática existencial del hombre contemporáneo.
(especialmente Don Quijote de La Mancha).
En este ámbito destacaron dos nombres:
- 'Azorín' (Ruta de Don Quijote, Castilla, Los pueblos), quien, por medio del paisaje castellano y sus localidades, estudia la vida tradicional española, con sus virtudes y sus defectos.
- Unamuno (Vida de Don Quijote y Sancho, El sentimiento trágico de la vida), el cual expondrá de nuevo sus dos temas centrales, a saber, su preocupación por España y la problemática existencial del hombre contemporáneo.
ACTIVIDADES (págs. 48-49)
6. lee este fragmento extraído de la novela el árbol de la ciencia y responde a las preguntas:
a) explica la diferencia de actitud de la gente antes y después de la guerra. ¿QUé critica andrés de esa gente? ¿dónde aparece la crítica, al principio o al final?
b) ¿Qué pueden representar el teatro y los toros en aquel momento?
c) ¿Es igual el mensaje de la canción de dorotea que las opiniones de los periódicos? ¿Quiénes son los responsables máximos de las falsas esperanzas de los españoles ante la inminente guerra?
d) ¿En qué año nos encontramos? ¿QUé consecuencias traerá el desastre de la guerra?
e) ¿QUé cualidad negativa piensa andrés de los españoles? ¿Es una generalización?
F) Compara las opiniones de andrés y de iturrioz ¿Quién está más seguro de la suya? ¿Quién cambia la suya original?
a) explica la diferencia de actitud de la gente antes y después de la guerra. ¿QUé critica andrés de esa gente? ¿dónde aparece la crítica, al principio o al final?
b) ¿Qué pueden representar el teatro y los toros en aquel momento?
c) ¿Es igual el mensaje de la canción de dorotea que las opiniones de los periódicos? ¿Quiénes son los responsables máximos de las falsas esperanzas de los españoles ante la inminente guerra?
d) ¿En qué año nos encontramos? ¿QUé consecuencias traerá el desastre de la guerra?
e) ¿QUé cualidad negativa piensa andrés de los españoles? ¿Es una generalización?
F) Compara las opiniones de andrés y de iturrioz ¿Quién está más seguro de la suya? ¿Quién cambia la suya original?
- a) Antes de la guerra, la gente estaba convencida de la superioridad militar de España frente a los Estados Unidos. Casi todo el mundo estaba convencido de la victoria; el resultado final será la derrota de España frente al ejército americano. Esta derrota, sin embargo, producirá una total indiferencia entre el pueblo español, indiferencia que es motivo de crítica por parte de Andrés Hurtado y que la expresa en el último párrafo del texto.
- b) El teatro y los toros en aquel momento eran los espectáculos de masas, donde la gente paralizaba toda actitud crítica racional; equivaldrían a lo que actualmente son los espectáculos de masas y la televisión.
- c) No hay coincidencia en el mensaje de la canción de Dorotea y lo que transmiten los periódicos; en Dorotea se lamenta de la partida hacia la guerra de las generaciones jóvenes y la posibilidad de no volver, mientras que en la prensa hay un mensaje triunfalista y donde se destaca el pobre espíritu militar de EEUU.
- d) La acción del texto la situamos en 1898, año en que se firma la paz de París, donde se declara la independencia de Cuba y resto de colonias que aún estaban bajo la soberanía de España, para pasar, de una manera indirecta, a estar bajo la hegemonía política de Estados Unidos. El final de esta guerra supuso el final de la España colonial, lo que sumió a la sociedad española en una profunda crisis de identidad nacional.
- e) Andrés ve en los españoles una prepotencia que les hace creer que, solo con su presencia, el enemigo será derrotado. No es, sin embargo, una cualidad generalizada: hay otros, por ejemplo Iturrioz, que ven los peligros reales.
- f) Andrés e Iturrioz tienen una actitud diferente ante la guerra. Iturrioz está convencido de la superioridad norteamericana desde la razón y la reflexión objetiva; Andrés muestra una actitud vacilante, porque oye a unos y a otros, y cada uno dice una cosa. Al final será Andrés quien cambiará de opinión y de actitud.
7. Lee este fragmento de Niebla y responde a las preguntas:
a) ¿Quiénes participan en este diálogo? ¿Qué relación les une? ¿Se dirigen el uno al otro con igual grado de cortesía?
b) ¿Quién se muestra más seguro de los dos? ¿Se produce un cambio de actitud en alguno de ellos en un momento dado?
c) ¿por qué le dice unamuno a augusto que no existe?
d) ¿Cómo reacciona augusto? ¿Se siente distinto de unamuno? ¿Es consciente de quién es?
e) ¿por qué piensas que augusto utiliza el ejemplo de don quijote y sancho para contraatacar?
f) En el texto hay varios símiles. localízalos.
a) ¿Quiénes participan en este diálogo? ¿Qué relación les une? ¿Se dirigen el uno al otro con igual grado de cortesía?
b) ¿Quién se muestra más seguro de los dos? ¿Se produce un cambio de actitud en alguno de ellos en un momento dado?
c) ¿por qué le dice unamuno a augusto que no existe?
d) ¿Cómo reacciona augusto? ¿Se siente distinto de unamuno? ¿Es consciente de quién es?
e) ¿por qué piensas que augusto utiliza el ejemplo de don quijote y sancho para contraatacar?
f) En el texto hay varios símiles. localízalos.
- a) En el diálogo participan Augusto, protagonista de Niebla, y don Miguel de Unamuno, autor de la misma. La relación que los une es la de autor (Unamuno), creador del personaje (Augusto). Entre ellos, la relación de cortesía no es igual: don Miguel muestra un aire de superioridad sobre Augusto.
- b) El más seguro de los personajes del texto es el autor, don Miguel. Sin embargo, al final las palabras de Augusto parecen crear un aire de inseguridad al propio autor, lo que le motivaría un cambio de actitud
- c) Unamuno le dice a Augusto que no existe, porque este es un ser creado desde la ficción; es, por tanto, un personaje fruto de la imaginación, sin consistencia real.
- d) Augusto reacciona ante las palabras de Unamuno con indignación, ya que, según él, quien realmente no existe es Unamuno, ya que su razón de ser se la dan los personajes que él mismo ha creado. El autor no es más que un pretexto de los auténticos seres reales que son los personajes. Augusto se siente diferente a don Miguel y se considera el auténtico ser real.
- e) Augusto utiliza el ejemplo de don Quijote y Sancho para contraatacar las palabras de Unamuno porque estos personajes actuaron, desde su aparición en el mundo literario, como si fueran reales, de modo que en ellos se esconde la figura real de Cervantes. Don Quijote y Sancho dieron vida a Cervantes, y no al revés.
- f) Símiles presentes en el texto son:
−Entró en él como un fantasma...
−y como quien mira a un ser increíble; creí notar que se le alteraba el color y traza del
semblante
−El pobre hombre temblaba como un azogado, mirándome como un poseído miraría.
LA GENERACIÓN DEL 98
- TEATRO
EL TEATRO Y RAMÓN MARÍA DEL VALLE INCLÁN
Así describía Rubén Darío a Valle-Inclán, escritor gallego de obra y personalidad única, muy propia y originalísima, tan original y llamativa como la indumentaria que desde joven eligió llevar: gafas redondas, sombrero, chalina, capa española (cuando ya casi nadie la llevaba), bastón y larguísimas "barbas de chivo".
"Este gran don Ramón de las barbas de chivo, |
Texto tomado de: Diente de León
BIOGRAFÍA
Nació Don Ramón en 1866, en Vilanova de Arousa, en el seno de una familia de la aristocracia gallega venida a menos, e ideología carlista. En su casa tuvo acceso a una nutrida bibiloteca, pero fue un desinteresado estudiante de Bachillerato y Derecho, carrera que comenzó en Santiago de Compostela sólo por satisfacer a su padre, y que no llegó a terminar. Se convirtió, eso sí, en uno de los estudiantes más populares de la universidad compostelana, y entró así en contacto con la vida periodística y literaria de la ciudad. Con la muerte de su padre se ve liberado de la obligación de acabar la carrera, abandona sus estudios y vuelve provisionalmente a Pontevedra, donde comienzan sus problemas económicos, que serán una constante en su vida.
Apasionado en todos los aspectos de su vida y muy coherente, decidió llevar una vida bohemia, llena de penurias económicas, entre otras cosas, porque, aunque lo hizo en varias ocasiones, muy pronto se negó a utilizar el medio de subsistencia habitual y estable de los escritores de su época: escribir en los periódicos. Él no quería venderse ni perder su estilo para complacer a los lectores. Así que vivió como pudo, pasando estrecheces e incluso hambre en Madrid, adonde llegó en 1890 y donde comenzó a frecuentar los cafés y tertulias literarias y políticas (la situación del país era desastrosa), en los que se hizo pronto popular, aparte de por su personalidad, su ingenio y lo inamovible de sus ideas, por su peculiar forma de hablar: a su marcado acento gallego se sumaba el ceceo debido al frenillo.
Abandonará la capital sin lograr una vida estable para irse a México, en 1892. Allí escribe en algunos periódicos, y se ve envuelto en algunos incidentes (incluso algún duelo y peleas, otra de las constantes de su vida). Antes de un año se va a Cuba, y regresa a España en 1893, con las barbas y la melena que harán popular su imagen. En 1893 regresa a Pontevedra. Allí estará tres años y publicará sus primeras obras, forjándose ya su destino como escritor.
En 1895 vuelve a Madrid como funcionario, y entra de nuevo en contacto con la vida bohemia y literaria de la ciudad y sus tertulias, en la que vuelve a protagonizar algún altercado y conoce a grandes escritores e intelectuales del momento: Unamuno, Baroja, Azorín o Alejandro Sawa, que inspirará su Max Estrella, protagonista de Luces de Bohemia, y que morirá más adelante en su casa, ciego y en deplorables condiciones físicas. Comienza a ser famoso por su peculiaridades y su poca paciencia en las discusiones (tenìa fama de monopolizar las conversaciones, no soportaba que le interrumpieran ni que le llevaran la contraria, y dicen que una vez se cruzaron por la calle Unamuno, Baroja y él, y que no pasaron ni ochenta pasos antes de que empezaran a insultarse mutuamente voz en grito). En su inmersión en esta vida bohemia llega a pasar estrecheces económicas (vive en un cuartucho apenas amueblado e incluso pasa hambre), al tiempo que su apariencia se hace cada vez más peculiar (se deja la barba tan larga como se le ve en sus imágenes más famosas), y participa como actor en alguna representación teatral, iniciándose así su contacto con el mundo teatral, que tan importante será para él.
En 1899, discute en un café -cosa bastante habitual en él-, en esta ocasión, con su amigo el periodista Manuel Bueno, sobre la legalidad de un duelo en el que uno de los combatientes era menor de edad. Valle resulta herido en el brazo izquierdo (él agredió a Bueno con un cristal; éste a él con un bastón, y, al parecer, uno de sus gemelos se le clavó en la muñeca). La herida se gangrena, por lo que será necesario amputar el brazo. lo cual arruinó su incipiente carrera como actor. Pero incluso esta terrible operación de amputación se convertirá en mítica: dicen que Valle estuvo consciente todo el rato, desmayándose solo una vez, y que al final, manifestó sus ganas de fumar, llegando a fumarse un habano soltando grandes volutas de humo mientras terminaban de cortarle el brazo. Tiene treinta y tres años y su imagen como manco también llegará a ser mítica. Cuando volvió a ver a Manuel Bueno, le estrechó la mano. Sus amigos hicieron un festival benéfico para comprarle una prótesis que jamás llegó a utilizar, y es ahora, ya manco, cuando comienza su amistad y mutua admiración por un Rubén Darío recién llegado a Madrid. Eso sí, él describirá como manco al Marqués de Bradomín de sus Sonatas, en un guiño hacia sí mismo. Y a Valle lo llamarán "el segundo manco" de la literatura española, porque el primero fue, por supuesto... (Premio -en forma de nota, claro- para el primero que me diga qué otro famosísimo escritor español se quedó también manco y cómo).
Se va dando a conocer como escritor a través de certámenes y revistas literarias (en una comenzarán a publicarse las Sonatas, y asoma así a la luz pública el Marqués de Bradomín, con bastante éxito) y entre 1907 y 1909 publica varias obras narrativas y teatrales (Águilas de Blasón, Gerifaltes de antaño, El resplandor de la hoguera, Romance de lobos...). En la adaptación teatral de una de las Sonatas aparece una joven actriz, llamada Josefina Blanco, a la que antes había dedicado la Sonata de Invierno ("para unos ojos tristes y aterciopelados"): se casa con ella en 1907, con cuarenta años. Ella tiene veintiocho y juntos llegarán a tener seis hijos.
Cuando su mujer inicia una gira por Hispanoamérica, él la acompaña como director teatral. A su regreso a España, continúa escribiendo y estrenando obras teatrales, con frecuentes viajes a Galicia. En 1912 se instala en Cambados (Pontevedra), donde su segundo hijo fallecerá siendo sólo un bebé un accidente en la playa. En Galicia intentará, sin éxito, convertirse en terrateniente, aunque viaja frecuentemente a Madrid para atender a su cátedra de Estética de las Bellas Artes, que ocupa hasta 1919, cuando empieza a fallarle la salud y renuncia a la plaza. Son años cruciales en su carrera literaria: en 1920 publica Luces de Bohemia, en la que aparece por primera vez la palabra que marcará el giro estético que lo alejará del Modernismo: "esperpento", línea que continua con sus novelas posteriores (Tirano Banderas, El ruedo Ibérico). Tras un nuevo viaje por México y Cuba, se instala en Madrid en 1922, volviendo a implicarse en las tertulias de los cafés con su cada vez más peculiar apariencia y el carácter agrio de siempre. Sus intentos por estrenar frente al gran público sus originalísimas y renovadoras obras de teatro fracasan.
Desde 1926, él, que había sido pública y notoriamente conservador (siempre había defendido el carlismo, llegando a presentarse para diputado), se opone activamente a la Dictadura de Primo de Rivera (incluso vociferando en los cafés; llegará a ser detenido en la vía pública y encarcelado por incidentes en un estreno teatral). Se adhiere a la ideología republicana, mientras su situación económica continúa siendo muy precaria, lo que le lleva a tener problemas matrimoniales. Cuando triunfa la República, en 1931, es nombrado Conservador General del Patrimonio Artístico Nacional, y posteriomente, Presidente del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid. En 1932 su mujer solicita el divorcio y él, ya bien entrada la sesentena, se hace cargo de la custodia de sus tres hijos intermedios. Al año siguiente se traslada a Roma como Director de la Academia Española de Bellas Artes de la ciudad, cargo que mantendrá hasta su muerte, a pesar de muchos problemas y diferencias con la institución. Regresa definitivamente a España en 1934, con sus problemas económicos de siempre, a los que se suma el deterioro de su salud (padece cáncer de vejiga). Ingresará en un sanatorio compostelano y será frecuente verlo paseando por Santiago y asistiendo al histórico café Derby (que aún existe en la actualidad).
Morirá el 5 de enero, víspera del Día de Reyes, de 1936, y su entierro fue una ceremonia civil y sencilla, respetando su voluntad, ya que él había dicho que cuando muriera no quería a su lado "ni cura discreto, ni fraile humilde, ni jesuita sabiondo". Poco después escribió Manuel Azaña sobre él: «Él hubiese querido ser, no el hombre de hoy, sino el de pasado mañana»
Apasionado en todos los aspectos de su vida y muy coherente, decidió llevar una vida bohemia, llena de penurias económicas, entre otras cosas, porque, aunque lo hizo en varias ocasiones, muy pronto se negó a utilizar el medio de subsistencia habitual y estable de los escritores de su época: escribir en los periódicos. Él no quería venderse ni perder su estilo para complacer a los lectores. Así que vivió como pudo, pasando estrecheces e incluso hambre en Madrid, adonde llegó en 1890 y donde comenzó a frecuentar los cafés y tertulias literarias y políticas (la situación del país era desastrosa), en los que se hizo pronto popular, aparte de por su personalidad, su ingenio y lo inamovible de sus ideas, por su peculiar forma de hablar: a su marcado acento gallego se sumaba el ceceo debido al frenillo.
Abandonará la capital sin lograr una vida estable para irse a México, en 1892. Allí escribe en algunos periódicos, y se ve envuelto en algunos incidentes (incluso algún duelo y peleas, otra de las constantes de su vida). Antes de un año se va a Cuba, y regresa a España en 1893, con las barbas y la melena que harán popular su imagen. En 1893 regresa a Pontevedra. Allí estará tres años y publicará sus primeras obras, forjándose ya su destino como escritor.
En 1895 vuelve a Madrid como funcionario, y entra de nuevo en contacto con la vida bohemia y literaria de la ciudad y sus tertulias, en la que vuelve a protagonizar algún altercado y conoce a grandes escritores e intelectuales del momento: Unamuno, Baroja, Azorín o Alejandro Sawa, que inspirará su Max Estrella, protagonista de Luces de Bohemia, y que morirá más adelante en su casa, ciego y en deplorables condiciones físicas. Comienza a ser famoso por su peculiaridades y su poca paciencia en las discusiones (tenìa fama de monopolizar las conversaciones, no soportaba que le interrumpieran ni que le llevaran la contraria, y dicen que una vez se cruzaron por la calle Unamuno, Baroja y él, y que no pasaron ni ochenta pasos antes de que empezaran a insultarse mutuamente voz en grito). En su inmersión en esta vida bohemia llega a pasar estrecheces económicas (vive en un cuartucho apenas amueblado e incluso pasa hambre), al tiempo que su apariencia se hace cada vez más peculiar (se deja la barba tan larga como se le ve en sus imágenes más famosas), y participa como actor en alguna representación teatral, iniciándose así su contacto con el mundo teatral, que tan importante será para él.
En 1899, discute en un café -cosa bastante habitual en él-, en esta ocasión, con su amigo el periodista Manuel Bueno, sobre la legalidad de un duelo en el que uno de los combatientes era menor de edad. Valle resulta herido en el brazo izquierdo (él agredió a Bueno con un cristal; éste a él con un bastón, y, al parecer, uno de sus gemelos se le clavó en la muñeca). La herida se gangrena, por lo que será necesario amputar el brazo. lo cual arruinó su incipiente carrera como actor. Pero incluso esta terrible operación de amputación se convertirá en mítica: dicen que Valle estuvo consciente todo el rato, desmayándose solo una vez, y que al final, manifestó sus ganas de fumar, llegando a fumarse un habano soltando grandes volutas de humo mientras terminaban de cortarle el brazo. Tiene treinta y tres años y su imagen como manco también llegará a ser mítica. Cuando volvió a ver a Manuel Bueno, le estrechó la mano. Sus amigos hicieron un festival benéfico para comprarle una prótesis que jamás llegó a utilizar, y es ahora, ya manco, cuando comienza su amistad y mutua admiración por un Rubén Darío recién llegado a Madrid. Eso sí, él describirá como manco al Marqués de Bradomín de sus Sonatas, en un guiño hacia sí mismo. Y a Valle lo llamarán "el segundo manco" de la literatura española, porque el primero fue, por supuesto... (Premio -en forma de nota, claro- para el primero que me diga qué otro famosísimo escritor español se quedó también manco y cómo).
Se va dando a conocer como escritor a través de certámenes y revistas literarias (en una comenzarán a publicarse las Sonatas, y asoma así a la luz pública el Marqués de Bradomín, con bastante éxito) y entre 1907 y 1909 publica varias obras narrativas y teatrales (Águilas de Blasón, Gerifaltes de antaño, El resplandor de la hoguera, Romance de lobos...). En la adaptación teatral de una de las Sonatas aparece una joven actriz, llamada Josefina Blanco, a la que antes había dedicado la Sonata de Invierno ("para unos ojos tristes y aterciopelados"): se casa con ella en 1907, con cuarenta años. Ella tiene veintiocho y juntos llegarán a tener seis hijos.
Cuando su mujer inicia una gira por Hispanoamérica, él la acompaña como director teatral. A su regreso a España, continúa escribiendo y estrenando obras teatrales, con frecuentes viajes a Galicia. En 1912 se instala en Cambados (Pontevedra), donde su segundo hijo fallecerá siendo sólo un bebé un accidente en la playa. En Galicia intentará, sin éxito, convertirse en terrateniente, aunque viaja frecuentemente a Madrid para atender a su cátedra de Estética de las Bellas Artes, que ocupa hasta 1919, cuando empieza a fallarle la salud y renuncia a la plaza. Son años cruciales en su carrera literaria: en 1920 publica Luces de Bohemia, en la que aparece por primera vez la palabra que marcará el giro estético que lo alejará del Modernismo: "esperpento", línea que continua con sus novelas posteriores (Tirano Banderas, El ruedo Ibérico). Tras un nuevo viaje por México y Cuba, se instala en Madrid en 1922, volviendo a implicarse en las tertulias de los cafés con su cada vez más peculiar apariencia y el carácter agrio de siempre. Sus intentos por estrenar frente al gran público sus originalísimas y renovadoras obras de teatro fracasan.
Desde 1926, él, que había sido pública y notoriamente conservador (siempre había defendido el carlismo, llegando a presentarse para diputado), se opone activamente a la Dictadura de Primo de Rivera (incluso vociferando en los cafés; llegará a ser detenido en la vía pública y encarcelado por incidentes en un estreno teatral). Se adhiere a la ideología republicana, mientras su situación económica continúa siendo muy precaria, lo que le lleva a tener problemas matrimoniales. Cuando triunfa la República, en 1931, es nombrado Conservador General del Patrimonio Artístico Nacional, y posteriomente, Presidente del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid. En 1932 su mujer solicita el divorcio y él, ya bien entrada la sesentena, se hace cargo de la custodia de sus tres hijos intermedios. Al año siguiente se traslada a Roma como Director de la Academia Española de Bellas Artes de la ciudad, cargo que mantendrá hasta su muerte, a pesar de muchos problemas y diferencias con la institución. Regresa definitivamente a España en 1934, con sus problemas económicos de siempre, a los que se suma el deterioro de su salud (padece cáncer de vejiga). Ingresará en un sanatorio compostelano y será frecuente verlo paseando por Santiago y asistiendo al histórico café Derby (que aún existe en la actualidad).
Morirá el 5 de enero, víspera del Día de Reyes, de 1936, y su entierro fue una ceremonia civil y sencilla, respetando su voluntad, ya que él había dicho que cuando muriera no quería a su lado "ni cura discreto, ni fraile humilde, ni jesuita sabiondo". Poco después escribió Manuel Azaña sobre él: «Él hubiese querido ser, no el hombre de hoy, sino el de pasado mañana»
"El ciego se entera mejor de las cosas del mundo, los ojos son unos ilusionados embusteros".
Max Estrella en Luces de Bohemia
Valle fue un hombre de teatro (quiso ser actor aunque la amputación de su brazo truncó su carrera, fue escritor y director teatral), y aunque sus obras fueran poco comprendidas en su momento, constituyen, junto con las del Lorca, la mayor renovación de la historia de nuestros escenarios, y por ello es un poco el "patrón" de todos los que se dedican a la actividad teatral en España. Los premios más importantes del teatro español son los Max, en honor a Max Estrella, el protagonista de Luces de Bohemia, y cada 27 de Marzo, Día Mundial del Teatro, profesionales, aficionados y amantes de los escenarios de nuestro paìs le hacen un homenaje a su estatua en Madrid y le ponen una bufanda blanca.
A su peculiar figura no le falta ni siquiera algo tan llamativo como el interés por lo esotérico, lo místico, lo espiritual que a veces escapa a la razón. Así, en su obra "La lámpara maravillosa" habla de esta dimensión que para él tiene la literatura: la de descubrirnos y ponernos en contacto con esa realidad eterna que existe más allá de todo lo que cambia, y nace, y muere, y aparece y desaparece en la realidad. En esta obra nos regala frases tan interesantes como estas:
Sin duda, uno de los genios más originales y personales de toda nuestra historia de la literatura, D. Ramón María, el de las barbas de chivo. Original hasta en su firma |
Texto tomado de: Diente de León
LUCES DE BOHEMIA
Luces de Bohemia es la obra cumbre de Ramón María del Valle-Inclán, en la que nace su esperpento, la técnica deformante que a partir de 1920 regiría su producción novelística y teatral: una realidad miserable y grotesca como la de la España de su tiempo sólo puede ser expresada mediante esta estética deformada que origine imágenes absurdas.
Fuente de la información: Diente de León
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Breve y ameno documental que a esta obra dedicó la serie de la 2 de RTVE La mitad invisible , y teniendo como eje la magnífica representación de la obra que puso en escena la compañía zaragozana del Teatro del Temple. Para más información, podéis visitar la página del Teatro del Temple, donde además os podéis descargar un completo dossier sobre la obra.
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Muchos críticos consideran esta "estilización deformante" el reverso del Modernismo de sus primeras obras. si el Modernismo es una forma de eludir la representación directa de la realidad huyendo hacia lo bello, el Esperpento la elude huyendo hacia lo feo, lo absurdo, lo deforme, lo grotesco.
En la mítica escena XII, Valle pone en boca de su protagonista, Max Estrella, frases que definen y explican perfectamente qué es el Esperpento y cuál es su sentido:
En la mítica escena XII, Valle pone en boca de su protagonista, Max Estrella, frases que definen y explican perfectamente qué es el Esperpento y cuál es su sentido:
Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada. (...)
España es una deformación grotesca de la civilización europea. (...)
Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas. (...)
La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta, Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas. (...)
Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España.
Antes, el pobre Max Estrella, poeta arruinado, acompañado por Don Latino, hace un recorrido por la noche madrileña, para intentar recuperar su maltrecha situación económica, y sólo encuentra corrupción y miseria moral. En la España de Valle, los poetas clarividentes como Max Estrella (prototipo de la bohemia) mueren abandonados en la calle, mientras el poder corrupto encumbra a los mediocres y los arribistas. El personaje está inspirado en Alejandro Sawa, poeta modernista amigo de Valle que, efectivamente, murió abandonado, a su enfermedad y su miseria, acogido en la casa del propio Don Ramón.
Esta originalísima obra, como muchas otras de Valle, suponía una innovación asombrosa y una ruptura total con el teatro convencional que dominaba los escenarios, abriendo una senda de renovación teatral por la que luego transitarían dramaturgos como Lorca o Buero Vallejo. De hecho, fue tan innovadora que en su época se la consideró irrepesentable, y, aunque se publicó en 1924, no se estrenó en España hasta 1970, cincuenta años después de ser escrita.
Esta originalísima obra, como muchas otras de Valle, suponía una innovación asombrosa y una ruptura total con el teatro convencional que dominaba los escenarios, abriendo una senda de renovación teatral por la que luego transitarían dramaturgos como Lorca o Buero Vallejo. De hecho, fue tan innovadora que en su época se la consideró irrepesentable, y, aunque se publicó en 1924, no se estrenó en España hasta 1970, cincuenta años después de ser escrita.
Así pues, Valle es el primer y principal renovador del teatro en el siglo XX, y por ello, el 27 de marzo, Día Mundial del Teatro, se homenajea la estatua de Valle en Madrid y se le pone una bufanda blanca. Hasta tal punto es Valle patrón de las gentes de teatro, que los premios teatrales más importantes de nuestro país, llevan el nombre del protagonista de Luces de Bohemia: los premios Max.
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Texto tomado de: Diente de León
La estética de Valle-Inclán: EL ESPERPENTO
Valle no está de acuerdo con el realismo en el teatro y la salida la encuentra en LA DEFORMACIÓN SISTEMÁTICA DE LA REALIDAD.
Hay TRES MODOS DE MIRAR EL MUNDO ARTÍSTICA O ESTÉTICAMENTE:
En qué consiste el esperpento lo explica en su obra "Luces de Bohemia":
Hay TRES MODOS DE MIRAR EL MUNDO ARTÍSTICA O ESTÉTICAMENTE:
- de RODILLAS
Posición más antigua de la literatura que da a los personajes (héroes), una condición superior a la condición humana. Homero atribuye a sus héroes condiciones que en modo alguno tienen los hombres - de PIE
Mirar a los personajes como de nuestra propia naturaleza, como hermanos, un desdoblamiento de nuestro propio yo, con nuestros propios defectos y virtudes. Es la manera que más prospera. Esto es Shakespeare. - levantado EN EL AIRE
Mirar desde un plano superior, considerar a los personajes de la trama como seres inferiores con un punto de ironía. Manera de demiurgo que no se cree en modo alguno hecho del mismo barro que sus muñecos. Quevedo tiene esta forma, Cervantes también. Los Dioses se convierten así en personajes de sainete, es una manera muy española. Según Valle "Esta consideración me movió a dar un cambio en mi literatura y escribir los esperpentos"
En qué consiste el esperpento lo explica en su obra "Luces de Bohemia":
MAX.- La tragedia nuestra no es tragedia
DON LATINO.- ¡Pues algo será!
MAX.- El esperpento [...]
MAX.-Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.
DON LATINO.- ¡Estás completamente curda!
MAX.-Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO.-¡Miau! ¡Te estás contagiando!
MAX.-España es una deformación grotesca de la civilización europea.
DON LATINO.-¡Pudiera! Yo me inhibo.
MAX.-Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO.-Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
MAX.-Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta. Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO.- ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!
MAX.-Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España.
DON LATINO.-Nos mudaremos al callejón del Gato.
El esperpentismo NO ES UNA TÉCNICA GRATUITA O ARBITRARIA:
Frente a una realidad deforme, es el único procedimiento para expresarla. No se trata de caricaturas grotescas sino de VIDA CONSCIENTE Y DOLOROSA.
Rasgos esenciales del esperpentismo:
Frente a una realidad deforme, es el único procedimiento para expresarla. No se trata de caricaturas grotescas sino de VIDA CONSCIENTE Y DOLOROSA.
Rasgos esenciales del esperpentismo:
- DEFORMACIÓN SISTEMÁTICA
Descubre, mediante cualquier recurso y sin hipocresías embellecedoras, CUANTO HAY DE NEGATIVO EN LA CONDICIÓN HUMANA. - LIBERTAD DE FORMA
Puede utilizar cualquier forma literaria tradicional (Prosa, verso, novela, drama y hasta... poesía). - EL HUMOR Y LA SÁTIRA
Está presente en todas sus obras y podría decirse que Valle es un LINCE para ver cuanto hay de risible en lo que observa - PERSONAJES EXTRAORDINARIOS
Personajes fuera de lo corriente, rara vez se preocupa Valle de que los personajes sean simplemente normales - MÁSCARAS O CARETAS
Con frecuencia los personajes van agazapados tras una máscara deformadora, que disimula su aspecto exterior para visibilizar mejor el interior. - CONSTANTE REBAJAMIENTO DE LA REALIDAD
En la presentación caricaturesca utilizará un doble recurso:
Animalización de lo humano
Humanización de los animales
No es raro encontrar incluso la cosificación de lo humano - LA MUERTE, PERSONAJE PRINCIPAL
En ninguno de los esperpentos falta la muerte - ESPEJOS, LUCES Y SOMBRAS
La mirada de Valle se fija en los espejos de la Calle del Gato, Los esperpentos son un ENSUEÑO TRAGICÓMICO, UNA MEZCLA EXTRAORDINARIA DE FANTASÍA Y REALIDAD AL QUE CONTRIBUYEN LOS ESPEJOS, LAS LUCES, LAS SOMBRAS - DESGARRO LINGÜÍSTICO
Maestría en el uso del lenguaje coloquial, expresiones, vocablos, modismos.... Habla acanallada, jergal o barriobajera puesta incluso en boca de personajes de clases sociales altas. - MUNDO IRREAL
Lo que ocurre con los personajes ocurre con el mundo, que se sale de la imagen que de él tenemos
LA GENERACIÓN DEL 98
- LA LÍRICA
antonio machado
1. VIDA Y PERSONALIDAD
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Placa homenaje a Antonio Machado. | Wikimedia
Antonio Machado (Sevilla, 1875- Colliure 1939), cuya poesía tiene la capacidad de emocionar a cualquier tipo de lector, representa un ejemplo de equilibrio entre compromiso personal y valor creativo y estético. Formado en la Institución Libre de Enseñanza en Madrid, pasó posteriormente una larga temporada en París, junto con su hermano Manuel. Allí trabajó como traductor, estuvo en contacto con la vida literaria del momento y conoció también a Rubén Darío con quien mantendrá lazos de mutua y gran admiración. En 1907 obtuvo la cátedra de francés en el Instituto de Soria, allí se casó con la joven Leonor Izquierdo cuya muerte en 1912 le impulsó a trasladarse a Baeza y después a Segovia. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española, conoció por entonces a Pilar Valderrama, la Guiomar de sus últimos poemas amorosos.
En 1932 obtiene una cátedra en el Instituto Calderón de Madrid. Allí le sorprende la guerra. Firme partidario de la República, se trasladó a Valencia y después a Barcelona y finalmente se exilió a Colliure (Francia) donde fallece el 22 de febrero de 1939.
En 1932 obtiene una cátedra en el Instituto Calderón de Madrid. Allí le sorprende la guerra. Firme partidario de la República, se trasladó a Valencia y después a Barcelona y finalmente se exilió a Colliure (Francia) donde fallece el 22 de febrero de 1939.
Murió el poeta lejos del hogar |
2. CONTEXTO HISTÓRICO
El desastre de 1898 fue, sin duda, el acontecimiento histórico que marcó el principio del siglo XX. La pérdida de las últimas colonias (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) representaron un duro golpe moral, no solo porque suponían el fin de un Imperio, sino porque habían sido arrebatadas por una potencia extranjera. España, que entonces estaba atravesando una depresión económica y un período de inestabilidad política y social que se arrastraba desde la Restauración borbónica, había sido derrotada en una guerra contra Estados Unidos. Pero la crisis del 98 fue solo el detonador que agravó la situación.
El período de reinado de Alfonso XIII no fue menos convulso. El turnismo (consistía en la alternancia de poder entre el partido conservador y el liberal sin que mediaran elecciones durante el período de restauración borbónica, entre 1874, con la llegada de Alfonso XII, y 1923, año que comienza la dictadura de Primo de Rivera) no había hecho sino perpetuar en el poder una oligarquía y, por el contrario, agudizar los problemas sociales (pobreza y miseria en el campo, inmigración a las ciudades, una clase obrera que malvivía en condiciones cada vez más injustas y precarias...).
La conflictividad social estalló en diferentes revueltas como la de la Semana Trágica de Barcelona (1909) o la huelga general (1917). Los conflictos aumentaron sobre todo a raíz de la Primera Guerra Mundial, ya que los beneficios obtenidos por las exportaciones no repercutieron en la industria ni en la clase trabajadora. La situación se agravó con un acontecimiento que socavó definitivamente la monarquía de Alfonso XIII: el desastre de Annual (1921).
Toda esta situación desembocó en el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923), respaldado por el propio rey. Pero Primo de Rivera fue incapaz de resolver los problemas y dimitió. Ante la situación insostenible y la debilitación de la monarquía, se decidió convocar elecciones municipales en 1931. Los republicanos vencieron con amplio margen en las ciudades. Esto trajo como consecuencia la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931, día en que Alfonso XIII abandonó España sin haber abdicado.
La Segunda República vivió tres períodos; el último fue el corto período en el que pudo gobernar en paz el Frente Popular tras su triunfo en las elecciones democráticas de 1936.
El 18 de julio de ese mismo año se produjo el Golpe de Estado a cargo de tropas militares dirigidas por el general Franco, que desencadenaría una cruenta guerra civil tras la cual se instauró una dictadura fascista (1939– 1975).
La situación política y social de la España de final de siglo fue determinante para el nacimiento y desarrollo de las dos corrientes literarias –Modernismo y Generación del 98– que influyeron sobre la obra de Antonio Machado. Su producción literaria tampoco fue ajena a la Guerra Civil, presente en los últimos poemas y artículos. Y el devenir histórico marcó la vida de nuestro poeta, pues, como otros muchos escritores (Alberti, Cernuda, Emilio Prados...), se vio obligado a exiliarse –y morir en el exilio– ante el avance de las tropas golpistas.
El período de reinado de Alfonso XIII no fue menos convulso. El turnismo (consistía en la alternancia de poder entre el partido conservador y el liberal sin que mediaran elecciones durante el período de restauración borbónica, entre 1874, con la llegada de Alfonso XII, y 1923, año que comienza la dictadura de Primo de Rivera) no había hecho sino perpetuar en el poder una oligarquía y, por el contrario, agudizar los problemas sociales (pobreza y miseria en el campo, inmigración a las ciudades, una clase obrera que malvivía en condiciones cada vez más injustas y precarias...).
La conflictividad social estalló en diferentes revueltas como la de la Semana Trágica de Barcelona (1909) o la huelga general (1917). Los conflictos aumentaron sobre todo a raíz de la Primera Guerra Mundial, ya que los beneficios obtenidos por las exportaciones no repercutieron en la industria ni en la clase trabajadora. La situación se agravó con un acontecimiento que socavó definitivamente la monarquía de Alfonso XIII: el desastre de Annual (1921).
Toda esta situación desembocó en el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923), respaldado por el propio rey. Pero Primo de Rivera fue incapaz de resolver los problemas y dimitió. Ante la situación insostenible y la debilitación de la monarquía, se decidió convocar elecciones municipales en 1931. Los republicanos vencieron con amplio margen en las ciudades. Esto trajo como consecuencia la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931, día en que Alfonso XIII abandonó España sin haber abdicado.
La Segunda República vivió tres períodos; el último fue el corto período en el que pudo gobernar en paz el Frente Popular tras su triunfo en las elecciones democráticas de 1936.
El 18 de julio de ese mismo año se produjo el Golpe de Estado a cargo de tropas militares dirigidas por el general Franco, que desencadenaría una cruenta guerra civil tras la cual se instauró una dictadura fascista (1939– 1975).
La situación política y social de la España de final de siglo fue determinante para el nacimiento y desarrollo de las dos corrientes literarias –Modernismo y Generación del 98– que influyeron sobre la obra de Antonio Machado. Su producción literaria tampoco fue ajena a la Guerra Civil, presente en los últimos poemas y artículos. Y el devenir histórico marcó la vida de nuestro poeta, pues, como otros muchos escritores (Alberti, Cernuda, Emilio Prados...), se vio obligado a exiliarse –y morir en el exilio– ante el avance de las tropas golpistas.
3. MODERNISMO Y 98 EN ANTONIO MACHADO
La producción poética de Antonio Machado recibió la influencia de estas dos corrientes literarias. En la poesía de la primera etapa la presencia del Modernismo es clara –y podríamos decir que inevitable dado el momento en que compuso y los círculos y amistades que frecuentaba–, sobre todo en la primera versión de Soledades (1903).
La gran mayoría de los poemas que se incluyen en Soledades, Galerías y otros poemas (1907) son compuestos por Machado con un pretendido estilo personal, alejado de la corriente modernista. Aun así, la huella del Modernismo está presente –uso del alejandrino, pesimismo vital, introspección, melancolía, soledad...–, pero la mayoría de estos rasgos obedecen más a influencias de Bécquer, del Romanticismo o del Simbolismo. Estos rasgos, aunque predominen en esta primera etapa, se repetirán a lo largo de su producción lírica.
Al Machado noventayochista lo encontramos en su segundo libro, Campos de Castilla (1912). El poeta manifiesta, a partir de la contemplación (o del recuerdo, desde Baeza) del paisaje de Soria, su preocupación por la decadencia de España. Las preocupaciones existenciales que tanto inquietaban a los noventayochistas aparecen ya en el primer libro de Machado, en Soledades, Galerías y otros poemas (1907). Estas inquietudes existenciales se relacionan con el problema del paso del tiempo, las ansias e imposibilidad de frenar la temporalidad y, en consecuencia, de alcanzar la plenitud. Al igual que el resto de autores del 98, Machado trata el tema religioso desde dos perspectivas: el culto religioso en la sociedad española y el sentimiento religioso interior . Los noventayochistas no creen en dogmas ni imposiciones y buscan un Dios interior. Para Machado existe un Dios inmanente a todos nosotros. La religión se vive, por tanto, como una experiencia íntima.
La gran mayoría de los poemas que se incluyen en Soledades, Galerías y otros poemas (1907) son compuestos por Machado con un pretendido estilo personal, alejado de la corriente modernista. Aun así, la huella del Modernismo está presente –uso del alejandrino, pesimismo vital, introspección, melancolía, soledad...–, pero la mayoría de estos rasgos obedecen más a influencias de Bécquer, del Romanticismo o del Simbolismo. Estos rasgos, aunque predominen en esta primera etapa, se repetirán a lo largo de su producción lírica.
Al Machado noventayochista lo encontramos en su segundo libro, Campos de Castilla (1912). El poeta manifiesta, a partir de la contemplación (o del recuerdo, desde Baeza) del paisaje de Soria, su preocupación por la decadencia de España. Las preocupaciones existenciales que tanto inquietaban a los noventayochistas aparecen ya en el primer libro de Machado, en Soledades, Galerías y otros poemas (1907). Estas inquietudes existenciales se relacionan con el problema del paso del tiempo, las ansias e imposibilidad de frenar la temporalidad y, en consecuencia, de alcanzar la plenitud. Al igual que el resto de autores del 98, Machado trata el tema religioso desde dos perspectivas: el culto religioso en la sociedad española y el sentimiento religioso interior . Los noventayochistas no creen en dogmas ni imposiciones y buscan un Dios interior. Para Machado existe un Dios inmanente a todos nosotros. La religión se vive, por tanto, como una experiencia íntima.
4. TRAYECTORIA POÉTICA
"La palabra esencial en el tiempo". La poesía de Antonio Machado
La obra poética de A. Machado se puede clasificar en cuatro etapas.
La obra poética de A. Machado se puede clasificar en cuatro etapas.
- Primera etapa (1899-1907). Intimismo simbolista. En el poemario Soledades (1903), posteriormente Soledades, galerías y otros poemas (1907) se encuentran algunas claves de esta etapa como son el subjetivismo y la mirada que lleva a cabo el poeta hacia su interior.
- Segunda etapa (1907-1917). Mirada hacia Castilla, regeneracionismo. Representada esta etapa por Campos de Castilla (1912). Su poesía representa ahora una mirada hacia el exterior.
- Tercera etapa (1917-1926). Poesía filosófica y folclórica. En Nuevas canciones (1924) desaparece la sentimentalidad y se abre paso lo filosófico y lo aforístico.
- Últimos poemas. A partir de 1928 compuso las Canciones a Guiomar y durante la guerra civil escribe poemas de exaltación patriótica republicana, así surgen sus Poesías de guerra que expresan la definitiva conversión del poeta a la causa de la justicia y la solidaridad.
ACTIVIDADES (pág. 44)
RECUERDO INFANTIL |
Es una tarde cenicienta y mustia, |
4. Lee estos poemas de antonimo machado y contesta las preguntas:
a) INTENTA PONER EJEMPLOS DE LOS DOS POEMAS PARA ILUSTRAR EL TIEMPO MACHADIANO, INAGOTABLE, ETERNO ¿QUÉ RECURSOS UTILIZA EL POETA?
B) ¿CON QUÉ SE COMPARA EL POETA EN EL POEMA B?
C) ¿QUÉ PALABRAS DE LOS DOS POEMAS MUESTRAN ESE TONO MELANCÓLICO TÍPICO DE MACHADO? ¿ES IMPORTANTE EL RECUERDO? ¿DÓNDE APARECE?
D) ¿QUÉ TONALIDADES O COLORES SE DAN?
E) ¿A QUIÉN SE DIRIGE EL POETA EN EL POEMA B?
a) INTENTA PONER EJEMPLOS DE LOS DOS POEMAS PARA ILUSTRAR EL TIEMPO MACHADIANO, INAGOTABLE, ETERNO ¿QUÉ RECURSOS UTILIZA EL POETA?
B) ¿CON QUÉ SE COMPARA EL POETA EN EL POEMA B?
C) ¿QUÉ PALABRAS DE LOS DOS POEMAS MUESTRAN ESE TONO MELANCÓLICO TÍPICO DE MACHADO? ¿ES IMPORTANTE EL RECUERDO? ¿DÓNDE APARECE?
D) ¿QUÉ TONALIDADES O COLORES SE DAN?
E) ¿A QUIÉN SE DIRIGE EL POETA EN EL POEMA B?
- a) En el texto A, el tiempo machadiano está señalado por la repetición del sintagma Una tarde parda y fría de invierno en las estrofas primera y última. La sensación de que sea algo interminable viene marcada por la presencia de los adjetivos parda y fría. Igual sensación produce, además de su valor semántico, la repetición del sustantivo Monotonía de la lluvia. Esa misma repetición se produce en la actividad que realizan los muchachos en la clase: la multiplicación del número mil. Otro rasgo de temporalidad es el contraste entre la alusión al coro infantil y la recreación, mediante adjetivos, de la figura del maestro.
En el texto B, la recreación temporal está también enmarcada en la tarde, y en ella se producen recuerdos, miradas hacia el pasado, y donde convive una vieja angustia. En la segunda parte, el sentimiento de nostalgia envuelve toda la composición.
El adjetivo mustia da una idea de pesadez y lentitud. - b) En el texto B, el poeta se compara a un perro vagabundo, a un niño perdido entre un gentío. Luego se identificará con un borracho melancólico y a un guitarrista lunático.
- c) Las palabras presentes en los dos textos que dan el tono típico de machado son la tarde, la monotonía, la angustia, la nostalgia, el recuerdo, el camino, la niebla. El recuerdo es muy importante en la lírica machadiana y aquí aparece en la primera parte del poema B.
- d) Las tonalidades o colores que se dan son de carácter opaco, sin luz, mortecinos.
- e) En el poema B, el poeta se dirige a su dolor; se trata de una angustia vital, que lucha por encontrar una luz que dé sentido a la vida.