SONATINA. RUBÉN DARÍO
RASGOS MODERNISTAS
Video de: Teresa Losada. Diente de León
Por lo tanto, podemos hallar casi todos los rasgos propios del Modernismo y, por extensión, del propio Rubén Darío, a saber:
Posiblemente el símbolo sea la principal innovación de Rubén Darío. Imitando a sus admirados simbolistas franceses, el nicaragüense repite en todos sus poemas distintos elementos a los que asocia una idea o un sentimiento con los que habitualmente no están relacionados. Por ejemplo, para él el color azul significaba el ensueño y el infinito, lo inalcanzable; los cisnes blancos (su símbolo más famoso), el erotismo y la elegancia; los pavos reales, la belleza; la torre, la soledad, el aislamiento del mundo; la mariposa, el renacer, el ciclo de la vida y la muerte; los parques y los jardines recreaban el corazón y el alma del poeta...
- Huida de la realidad para adentrarse en mundos lejanos, exóticos e incluso mágicos. El poema, a fin de cuentas, se ambienta en un reino de Oriente, haciéndose menciones a la Golconda (una antigua ciudad india) o China.
- Empleo de temas mitológicos, legendarios y fantásticos. En este caso, además de esa ambientación medieval idealizada, menciona Darío a Hipsipila, un personaje procedente de los mitos griegos. A su vez, aparece un hada madrina y un caballo con alas (Pegaso).
- Expresión de temas intimistas. Por medio de la figura de la princesa, Darío manifiesta los dos temas principales de esta Sonatina, a saber, el amor y la melancolía, sentimientos muy presentes en todo el Modernismo.
- Recreación de ambientes bellos, llenos de color y esplendor. La princesa vive en un jardín repleto de pavos reales y flores de todas clases (jazmines, nelumbos, dalias, rosas), sentada en una silla de oro, vestida de tul, rodeada de mármol y marfil...
- Lenguaje culto y recargado. Por ejemplo, en vez de "carroza de plata", Darío dice "carroza argentina"; en vez de "lago azul oscuro", "lago de azur"; en vez de "perro", "lebrel"... Y así sucesivamente.
- Uso del verso alejandrino, esto es, de 14 sílabas (como hemos comentado con anterioridad) y rima consonante.
- Recreación de imágenes sensoriales agradables, tanto visuales (pavos reales, sillas de oro, palacios de mármol, diamantes, perlas) como auditivas (clave sonoro), olfativas (las flores que pueblan el jardín) e incluso táctiles (el tul de sus vestidos) y gustativas (boca de fresa).
- Utilización de multitud de recursos literarios, sobre todo la metáfora (presente en casi todo el texto), la sinestesia (mezclas de sentidos, como en "dulzura de luz" -combina algo del gusto, la dulzura, con algo de la vista, la luz), la repetición (para crear ritmo y musicalidad), la aliteración ("los suspiros se escapan de su boca de fresa", por ejemplo) y el símbolo.
Posiblemente el símbolo sea la principal innovación de Rubén Darío. Imitando a sus admirados simbolistas franceses, el nicaragüense repite en todos sus poemas distintos elementos a los que asocia una idea o un sentimiento con los que habitualmente no están relacionados. Por ejemplo, para él el color azul significaba el ensueño y el infinito, lo inalcanzable; los cisnes blancos (su símbolo más famoso), el erotismo y la elegancia; los pavos reales, la belleza; la torre, la soledad, el aislamiento del mundo; la mariposa, el renacer, el ciclo de la vida y la muerte; los parques y los jardines recreaban el corazón y el alma del poeta...