federico garcía lorca
Pablo Neruda
El crimen fue en Granada |
BIOGRAFÍA
Federico García Lorca vino al mundo el 5 de junio de 1898 en Fuente Vaqueros (Granada) en el seno de una familia adinerada. Su madre había sido maestra de escuela y su padre poseía tierras en la vega granadina. Primogénito de cinco hermanos, con once años se trasladó con su familia a Granada, aunque sus veranos transcurrieron en el campo, en Asquerosa (actual Valderrubio), fuente de inspiración para él y donde escribió gran parte de su obra.
Su madre le inculcó el amor por las letras y la música, y siendo esta su primera vocación llegó a ser un gran pianista, pero la muerte de su profesor –a quien dedicó su primer libro de prosa, Impresiones y Paisajes– y la oposición de sus padres para que continuara sus estudios en París le hicieron interesarse más por la literatura.
En 1914 comenzó sus estudios universitarios de Filosofía y Letras y Derecho, aunque acabaría licenciándose únicamente como abogado. Entre sus profesores universitarios destacaron Martín Domínguez Berrueta, quien despertó su vocación como escritor, y Fernando de los Ríos, que aconsejó a la familia que el poeta continuara sus estudios en Madrid, epicentro cultural de la España de la época y foco de difusión de la vida intelectual y artística de la Europa de entreguerras.
En 1919 se trasladó a Madrid y entró en la Residencia de Estudiantes, donde entabló amistad con Salvador Dalí, Luis Buñuel, José Bello, Juan Vicens, Rafael Alberti y poetas de mayor edad como Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Emilio Prados o Pedro Salinas y con los que forjará más adelante la Generación del 27. Sus primeros años en la Residencia de Estudiantes fueron muy fructíferos: publicó libro de poemas, compuso sus primeras Suites –una pesimista visión sobre el tiempo y la muerte– y estrenó con gran fracaso El maleficio de la mariposa. Conoció también a Juan Ramón Jiménez, con el que entabló una amistad duradera y quien influyó en su visión poética.
En 1921 regresó a Granada y conoció al compositor Manuel de Falla, al que le unía su amor por la música, los títeres y el cante jondo y con quien, junto a otro grupo de intelectuales, activaron la vida cultural de la ciudad, recuperando un patrimonio artístico alejado del costumbrismo imperante en la Andalucía de la época. Simultáneamente continuó su etapa de activa producción literaria y escribió tres libros de poemas (Suites, Canciones y Poemas de cante jondo) y una pieza teatral, Mariana Pineda, historia de la heroína granadina condenada a garrote vil por su defensa del amor y la libertad, aunque, por miedo a la reacción de la dictadura de Primo de Rivera, la obra no se estrenó hasta 1927.
Este año, 1927, resultó crucial para el poeta, pues trabajó con Dalí en el decorado y los trajes que Margarita Xirgú llevó para el estreno de Mariana Pineda y el pintor catalán animó al poeta a presentar su primera exposición de dibujos en las Galeries Dalmau de Barcelona. Fruto de su amistad, Lorca escribió su Oda a Salvador Dalí, publicada en la Revista de Occidente. En diciembre de ese año, varios poetas españoles se reunieron en el Ateneo de Sevilla para conmemorar el tricentenario de la muerte de Luis de Góngora y defender la estética del poeta barroco. Lorca y sus amigos Dámaso Alonso, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Emilio Prados, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre y Gerardo Diego constituyeron uno de los grupos poéticos más importantes de Europa: la Generación del 27. Alcanzada ya su madurez como poeta, inició un proyecto diferente: la revista Gallo como expresión del arte joven de Granada, si bien solo lanzaría dos números. Y en 1928 publicó Romancero gitano, obra que alcanza un gran éxito popular, pero que encontró detractores entre sus amigos, que lo tachan de alejarse de las nuevas tendencias literarias y de anclarse en el costumbrismo. Estas críticas, junto a su separación de Emilo Aladrén, un joven escultor con el que mantenía una relación afectiva, sumieron al poeta en una fuerte crisis sentimental.
En 1929 sufrió también dos estrenos teatrales fallidos: por un lado, la censura no permitió el estreno de su farsa erótica Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín; y por otro, la convalecencia de la actriz Margarita Xirgú impidió estrenar en Barcelona La zapatera prodigiosa. Su escapatoria fue su viaje a Nueva York, donde se alejó del ambiente andaluz y de las críticas de sus amigos. Para él supuso una inmersión en un nuevo mundo donde descubrió el jazz, el cabaret, el cine sonoro, la diversidad racial y cultural, la libertad personal alejada de los convencionalismos sociales. En palabras del poeta, este viaje fue «una de las experiencias más útiles de mi vida» y de él surgió Poeta en Nueva York, donde no solo retrata la civilización norteamericana, sino también habla de la soledad y de la angustia del hombre moderno.
Un año más tarde, en 1930, embarcó rumbo a Cuba, donde trabajó en su drama homoerótico El público y en Así que pasen cinco años. Allí vivió un período de libertad para finalmente regresar renovado a una España convertida en un polvorín político. Con la instauración de la II República en abril de 1931, Lorca aceptó el encargo de codirigir un grupo de teatro universitario y popular que representara obras clásicas españolas en todos los pueblos del país. Se crea así la compañía teatral La Barraca.
Durante los dos años siguientes, el teatro de Lorca alcanzó un gran éxito popular y comercial en Buenos Aires y Montevideo. De este modo, convertido en dramaturgo célebre, viajó a América para dirigir Bodas de Sangre, Mariana Pineda, La zapatera prodigiosa, Retablillo de don Cristóbal y hasta una adaptación de La dama boba de Lope de Vega. Este viaje le deparó también amistadas nuevas, como la del poeta Pablo Neruda.
De vuelta a España, en 1934 se encontró con el triunfo político de una coalición de derechas que suprimió la subvención económica de La Barraca y reprimió brutalmente la huelga general declarada por el PSOE y la UGT en Cataluña y en Asturias. Así, el poeta se posicionó con la izquierda. Como él mismo dijo, «en este mundo yo siempre soy y seré partidario de los pobres». En esta situación mantuvo su elevado ritmo creativo y terminó obras como Yerma, Doña Rosita la soltera, La casa de Bernarda Alba y Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.
Ante la nueva realidad política y social de España a las puertas de una guerra civil, Lorca asumió la responsabilidad social del artista, especialmente del dramaturgo, y empleó el teatro como una herramienta de acción social y un instrumento para la educación de un país. Su popularidad y sus declaraciones contra las injusticias sociales le hicieron ganarse la antipatía de la derecha.
Cuando estalló la Guerra Civil, Lorca estaba en Granada con su familia. Sopesó varias alternativas, pero finalmente decidió instalarse en la casa del poeta Luis Rosales.
Su detención, el 16 de agosto de 1936, fue una operación de envergadura: decenas de guardias y policías rodearon la manzana donde se ubicaba la casa de los Rosales, y hasta apostaron hombres armados en los tejados colindantes para impedir que Lorca pudiera escaparse. Dos días después, le dieron el «paseo» y lo que pasó a partir de ese momento se desconoce con exactitud. El régimen franquista nunca reconoció su implicación en el crimen, que se convertiría en una de sus grandes incomodidades internacionales, si bien un informe de 1965 procedente de la Jefatura Superior de Policía de Granada revela que Federico García Lorca fue fusilado junto a otra persona y define al poeta como «socialista y masón», a la vez que le atribuye «prácticas de homosexualismo».
El informe policial afirma que el poeta «fue sacado del Gobierno Civil por fuerzas dependientes del mismo y conducido en un coche al término de Viznar (Granada) y en las inmediaciones del lugar, conocido como Fuente Grande, junto a otro detenido cuya identidad se desconoce, fue pasado por las armas después de haber confesado». Además, revela que fue «enterrado en aquel paraje, muy a flor de tierra, en un barranco situado a unos dos kilómetros a la derecha de Fuente Grande, en un lugar que se hace muy difícil de localizar». Hoy en día, la ubicación exacta de sus restos mortales sigue siendo una incógnita.
Su madre le inculcó el amor por las letras y la música, y siendo esta su primera vocación llegó a ser un gran pianista, pero la muerte de su profesor –a quien dedicó su primer libro de prosa, Impresiones y Paisajes– y la oposición de sus padres para que continuara sus estudios en París le hicieron interesarse más por la literatura.
En 1914 comenzó sus estudios universitarios de Filosofía y Letras y Derecho, aunque acabaría licenciándose únicamente como abogado. Entre sus profesores universitarios destacaron Martín Domínguez Berrueta, quien despertó su vocación como escritor, y Fernando de los Ríos, que aconsejó a la familia que el poeta continuara sus estudios en Madrid, epicentro cultural de la España de la época y foco de difusión de la vida intelectual y artística de la Europa de entreguerras.
En 1919 se trasladó a Madrid y entró en la Residencia de Estudiantes, donde entabló amistad con Salvador Dalí, Luis Buñuel, José Bello, Juan Vicens, Rafael Alberti y poetas de mayor edad como Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Emilio Prados o Pedro Salinas y con los que forjará más adelante la Generación del 27. Sus primeros años en la Residencia de Estudiantes fueron muy fructíferos: publicó libro de poemas, compuso sus primeras Suites –una pesimista visión sobre el tiempo y la muerte– y estrenó con gran fracaso El maleficio de la mariposa. Conoció también a Juan Ramón Jiménez, con el que entabló una amistad duradera y quien influyó en su visión poética.
En 1921 regresó a Granada y conoció al compositor Manuel de Falla, al que le unía su amor por la música, los títeres y el cante jondo y con quien, junto a otro grupo de intelectuales, activaron la vida cultural de la ciudad, recuperando un patrimonio artístico alejado del costumbrismo imperante en la Andalucía de la época. Simultáneamente continuó su etapa de activa producción literaria y escribió tres libros de poemas (Suites, Canciones y Poemas de cante jondo) y una pieza teatral, Mariana Pineda, historia de la heroína granadina condenada a garrote vil por su defensa del amor y la libertad, aunque, por miedo a la reacción de la dictadura de Primo de Rivera, la obra no se estrenó hasta 1927.
Este año, 1927, resultó crucial para el poeta, pues trabajó con Dalí en el decorado y los trajes que Margarita Xirgú llevó para el estreno de Mariana Pineda y el pintor catalán animó al poeta a presentar su primera exposición de dibujos en las Galeries Dalmau de Barcelona. Fruto de su amistad, Lorca escribió su Oda a Salvador Dalí, publicada en la Revista de Occidente. En diciembre de ese año, varios poetas españoles se reunieron en el Ateneo de Sevilla para conmemorar el tricentenario de la muerte de Luis de Góngora y defender la estética del poeta barroco. Lorca y sus amigos Dámaso Alonso, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Emilio Prados, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre y Gerardo Diego constituyeron uno de los grupos poéticos más importantes de Europa: la Generación del 27. Alcanzada ya su madurez como poeta, inició un proyecto diferente: la revista Gallo como expresión del arte joven de Granada, si bien solo lanzaría dos números. Y en 1928 publicó Romancero gitano, obra que alcanza un gran éxito popular, pero que encontró detractores entre sus amigos, que lo tachan de alejarse de las nuevas tendencias literarias y de anclarse en el costumbrismo. Estas críticas, junto a su separación de Emilo Aladrén, un joven escultor con el que mantenía una relación afectiva, sumieron al poeta en una fuerte crisis sentimental.
En 1929 sufrió también dos estrenos teatrales fallidos: por un lado, la censura no permitió el estreno de su farsa erótica Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín; y por otro, la convalecencia de la actriz Margarita Xirgú impidió estrenar en Barcelona La zapatera prodigiosa. Su escapatoria fue su viaje a Nueva York, donde se alejó del ambiente andaluz y de las críticas de sus amigos. Para él supuso una inmersión en un nuevo mundo donde descubrió el jazz, el cabaret, el cine sonoro, la diversidad racial y cultural, la libertad personal alejada de los convencionalismos sociales. En palabras del poeta, este viaje fue «una de las experiencias más útiles de mi vida» y de él surgió Poeta en Nueva York, donde no solo retrata la civilización norteamericana, sino también habla de la soledad y de la angustia del hombre moderno.
Un año más tarde, en 1930, embarcó rumbo a Cuba, donde trabajó en su drama homoerótico El público y en Así que pasen cinco años. Allí vivió un período de libertad para finalmente regresar renovado a una España convertida en un polvorín político. Con la instauración de la II República en abril de 1931, Lorca aceptó el encargo de codirigir un grupo de teatro universitario y popular que representara obras clásicas españolas en todos los pueblos del país. Se crea así la compañía teatral La Barraca.
- Audio de RTVE: García Lorca y la “Barraca”
Durante los dos años siguientes, el teatro de Lorca alcanzó un gran éxito popular y comercial en Buenos Aires y Montevideo. De este modo, convertido en dramaturgo célebre, viajó a América para dirigir Bodas de Sangre, Mariana Pineda, La zapatera prodigiosa, Retablillo de don Cristóbal y hasta una adaptación de La dama boba de Lope de Vega. Este viaje le deparó también amistadas nuevas, como la del poeta Pablo Neruda.
De vuelta a España, en 1934 se encontró con el triunfo político de una coalición de derechas que suprimió la subvención económica de La Barraca y reprimió brutalmente la huelga general declarada por el PSOE y la UGT en Cataluña y en Asturias. Así, el poeta se posicionó con la izquierda. Como él mismo dijo, «en este mundo yo siempre soy y seré partidario de los pobres». En esta situación mantuvo su elevado ritmo creativo y terminó obras como Yerma, Doña Rosita la soltera, La casa de Bernarda Alba y Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.
Ante la nueva realidad política y social de España a las puertas de una guerra civil, Lorca asumió la responsabilidad social del artista, especialmente del dramaturgo, y empleó el teatro como una herramienta de acción social y un instrumento para la educación de un país. Su popularidad y sus declaraciones contra las injusticias sociales le hicieron ganarse la antipatía de la derecha.
Cuando estalló la Guerra Civil, Lorca estaba en Granada con su familia. Sopesó varias alternativas, pero finalmente decidió instalarse en la casa del poeta Luis Rosales.
Su detención, el 16 de agosto de 1936, fue una operación de envergadura: decenas de guardias y policías rodearon la manzana donde se ubicaba la casa de los Rosales, y hasta apostaron hombres armados en los tejados colindantes para impedir que Lorca pudiera escaparse. Dos días después, le dieron el «paseo» y lo que pasó a partir de ese momento se desconoce con exactitud. El régimen franquista nunca reconoció su implicación en el crimen, que se convertiría en una de sus grandes incomodidades internacionales, si bien un informe de 1965 procedente de la Jefatura Superior de Policía de Granada revela que Federico García Lorca fue fusilado junto a otra persona y define al poeta como «socialista y masón», a la vez que le atribuye «prácticas de homosexualismo».
El informe policial afirma que el poeta «fue sacado del Gobierno Civil por fuerzas dependientes del mismo y conducido en un coche al término de Viznar (Granada) y en las inmediaciones del lugar, conocido como Fuente Grande, junto a otro detenido cuya identidad se desconoce, fue pasado por las armas después de haber confesado». Además, revela que fue «enterrado en aquel paraje, muy a flor de tierra, en un barranco situado a unos dos kilómetros a la derecha de Fuente Grande, en un lugar que se hace muy difícil de localizar». Hoy en día, la ubicación exacta de sus restos mortales sigue siendo una incógnita.
CONTEXTO HISTÓRICO |
CONTEXTO LITERARIO |
LOS INTELECTUALES FRENTE A LA REPÚBLICA
La mayoría de intelectuales entre ellos miembros de la generación del 27 mostraron un clara inclinación hacia la República. La crispación política determinó una progresiva toma de partido de unos artistas que incluso derivaron hacia la militancia activa y hacia un creciente compromiso.
El esfuerzo republicano por extender la instrucción pública encontró también el apoyo de estos intelectuales. El intento más original lo constituyeron las MISIONES PEDAGÓGICAS, un proyecto que pretendió trasladar experiencias culturales al ámbito rural mediante exposiciones, representaciones teatrales, audiciones comentadas, sesiones de cine...
Federico García Lorca fundó la compañía teatral LA BARRACA, cuyo propósito fue difundir el teatro en los espacios rurales y obreros.
La mayoría de intelectuales entre ellos miembros de la generación del 27 mostraron un clara inclinación hacia la República. La crispación política determinó una progresiva toma de partido de unos artistas que incluso derivaron hacia la militancia activa y hacia un creciente compromiso.
El esfuerzo republicano por extender la instrucción pública encontró también el apoyo de estos intelectuales. El intento más original lo constituyeron las MISIONES PEDAGÓGICAS, un proyecto que pretendió trasladar experiencias culturales al ámbito rural mediante exposiciones, representaciones teatrales, audiciones comentadas, sesiones de cine...
Federico García Lorca fundó la compañía teatral LA BARRACA, cuyo propósito fue difundir el teatro en los espacios rurales y obreros.
veamos... federico garcía lorca
La red nos ofrece un buen puñado de materiales para conocer más a ese genio arrollador, cautivador y universal que fue Federico García Lorca.
En poco más de diez minutos, este vídeo nos aporta una idea general de su personalidad, su vida y su obra (con testimonios de algunos de los que le conocieron incluidos)
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También muy breve este que nos ofrece el Canal Enciclopedia
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Con motivo del primer centenario de su nacimiento en el 98, Canal Sur elaboró un documental sobre su figura titulado Retrato y que recoge muchos testimonios de muchos que le conocieron incluidos los de la hermana del poeta:
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Otro maravilloso documento: Pablo Neruda habla sobre Federico García Lorca en un programa de radio
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El mar deja de moverse fue un exhaustivo documental de 2006, más que recomendable, que se centra en la muerte del poeta:
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Este otro se centra en la relación entre Lorca y Dali, recogiendo el maravilloso testimonio de Vicente Aleixandre, poeta compañero de su Generación y todo un Premio Nobel:
una entrevista ficticia que recoge información verídica:
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Y esta es la historia de Poeta en Nueva York, en un breve documento de La 2 de RTVE:
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También podéis ver en la red Lorca, muerte de un poeta, serie que se basa en las investigaciones que sobre su vida, obra y muerte hizo el hispanista británico Ian Gibson, una de las máximas autoridades en esta materia (cuyo testimonio se recoge también en algunos vídeos de ahí arriba). Podéis ver los seis capítulos que compone la serie en la página de RTVE.
Os enlazo también a algunos materiales que no permiten inserción en el blog:
- Esta breve biografía a cargo de Canal Sur
- El programa de RTVE dedicado a él con motivo del 75 aniversario de su muerte, dentro de la serie "Para todos"
- Otro breve programa de RTVE con motivo del 80 aniversario de su nacimiento
“Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Yo canto su elegancia con palabras que gimen
y recuerdo una brisa triste por los olivos.”
Federico García Lorca
Versos de El alma ausente
Versos de El alma ausente
Fuente de la información y texto tomado de: Diente de León